La evolución del fútbol no solo se ve plasmada en las capacidades físicas y técnicas de los jugadores profesionales, sino también en la alimentación. Hoy por hoy, la nutrición es un pilar clave para el rendimiento de los equipos, que cada vez tienen más partidos y menos descanso en el calendario. Es por eso que ver comidas como la pizza en un vestuario, hace ruido. Para sorpresa de muchos, esto es más común de lo que parece.

Quienes prestan atención a las publicaciones en las redes sociales o recorren los pasillos más exclusivos de los estadios, alguna vez se han encontrado con alguna imagen de cajas de pizza dentro de los vestidores. Con el correr del tiempo, las versiones de que esta comida era “beneficiosa” o “necesaria” luego de tanta exigencia se escucharon cada vez más. Natalia Schinoni (@nutrydeport en Instagram), ex nutricionista de Vélez, le explicó a BOLAVIP por qué no es tan así.

“Es como decidir si le ponés gas o nafta premium al auto”, simplificó la profesional, quien actualmente trabaja para la Confederación Argentina de Pelota (CAP). “Como calidad nutricional, la pizza no es lo mejor. Hablamos de hidrato refinado (harina) y mucha grasa en el queso. Por más que sea una proteína, hay muchísimas que son mejores”, desarrolló.

La pizza, presente en el vestuario de Boca.

Schinoni profundizó sobre la importancia de la primera comida post partido: “Tenés una ventana de dos horas, desde que terminás de jugar hasta que comés. Si en esa ventana comés, y de buena calidad, la recuperación va a ser mejor. Más que una pizza, lo ideal sería un sandwich de pollo o de atún“.

Hidratos de carbono y proteínas, dos pilares clave para la recuperación muscular

Es cierto, en la pizza se pueden encontrar tanto la proteína como los hidratos de carbono. Aún así, tal como lo detalló la nutricionista, no se encuentran de la misma manera en todos los alimentos.

La función de la proteína es estructural, es como el ladrillito de la casa. Ayuda a formar y a recuperar la masa muscular. El hidrato es la energía, es como la nafta. La energía del músculo sale del glucógeno muscular, que aparece en el hidrato, entonces es necesario incorporar uno de buena calidad”, asegura Schinoni, que dejó un abanico de opciones: “Si puede ser integral y con mucha fibra, como legumbres, fideos integrales, arroz integral, alguna masa integral, quinoa o trigo sarraceno, es un recontra sí”.

Mitrović comiendo pizza tras ascender a la Premier League siendo goleador del Fulham.

Para el pre-partido, hay una ligera diferencia: “Ahí lo ideal es comer hidratos blancos (fideos blancos o arroz blanco) y proteínas blancas (huevos, pollo, pescado o queso lo más magro posible; cereales y budines de harinas blancas si es en el desayuno). Evitar las fibras (lo integral o legumbres), porque en ese momento buscamos una digestión rápida”.

¿Por qué la pizza si hay opciones mejores?

“Acá juega mucho lo que es cultura”, aseguró Natalia y agregó: “En Primera son todos re cabuleros. Si en un partido comieron fideos moñito con salsa fileto, al otro partido les tenés que poner fideos moñito con salsa fileto porque van a perder por tu culpa, je”.

En Barcelona, Messi (aquí creado con IA) comía pizza de muzzarella después de cada partido

De todas formas, la profesional reconoció que “por suerte ahora le están dando mucha más bola a la nutrición. En la gran mayoría son bastante disciplinados, pero hay de todo”. “En los más chicos tenés al habilidoso que no le importa porque sabe que va a jugar, al que se lesiona todo el tiempo, al que no te da bola y al que te miente. Ya cuando encaran al profesionalismo empiezan a ser cada vez más profesionales en la elección de los alimentos”, detalló.

“Es clave que los cuerpos técnicos avalen esto. Si no, no sirve de nada”, concluyó.