La resolución del caso entre Independiente y Universidad de Chile empieza a entrar en etapa de definiciones. A la espera del inminente fallo final de Conmebol, quien tomó las cartas en el asunto fue Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe) al comunicar este martes una fuerte sanción que afecta a los hinchas de ambos equipos.
Por el lado de la afición del Rojo, informaron que identificaron a más de 40 hinchas que estuvieron vinculados con las agresiones contra la parcialidad visitante en el Estadio Libertadores de América y recibieron derecho de admisión por tiempo indeterminado. En la misma línea, la hinchada trasandina también fue castigada: le prohibieron asistir con público visitante para cualquier partido que la U deba disputar en la Provincia de Buenos Aires hasta el 31 de diciembre de 2027.
En su comunicado, el órgano encargado de la seguridad en los espectáculos deportivos en la provincia de Buenos Aires informa que los fanáticos de la U destrozaron los baños del estadio y prendieron fuego una butaca, elementos que terminaron arrojando hacia el público local ubicado en la Tribuna Pavoni Baja. Acto seguido, relataron el paso a paso de los aficionados del Rojo que derivó en nuevos actos de violencia. Una secuencia que generó “un clima de hostilidad entre ambas parcialidades”.
Vale recordar que esto ocurre mientras en Paraguay, en la sede de Conmebol, se viven horas decisivas. Es que, este martes se llevó adelante una audiencia en la que directivos del Rojo y el conjunto trasandino expusieron sus descargos ante una Comisión Disciplinaria. Un paso que se presenta clave para ayudar con la definición del caso, en el cual se estima que habría una sanción deportiva y/o económica.
Las posturas de Independiente y U de Chile ante Conmebol
De parte del equipo argentino, se hará hincapié en que la cancelación del partido fue producto de los incidentes que iniciaron los hinchas chilenos. En ese sentido, argumentan que la recomendación de Conmebol de no vender entradas en el sector debajo de la ubicación del público visitante llegó 24 horas antes del partido, lo cual no dejaba margen de error para dar marcha atrás.
El equipo chileno, en cambio, mantendrá en alto la bandera de que el club local es el responsable de garantizar la seguridad en el evento. Igualmente, aceptará la responsabilidad del comportamiento de sus hinchas, remarcando la dificultad para hacerse cargo de un “grupo minúsculo” de hinchas que se encuentran en el exterior. Además, hará hincapié en que hinchas de Independiente y la propia policía “incitaron a los hinchas de la U que reaccionaron”.
