En el inicio de la tercera semana del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa se dio un hecho redundante para la causa: la declaración de Máximo Thomsen, el rugbier y principal acusado de matar a la víctima.

Esta llegó después de tres años de estar bajo el pacto de silencio con el resto de los imputados (en total son ocho). El crimen sucedió el 18 de enero de 2020 a la salida de Le Brique, un boliche ubicado en Villa Gesell.

Thomsen quebró en llanto luego de escuchar el testimonio de su madre, Rosalía Zárate, quien contó que está desempleada y atravesando una dura enfermedad, y ahí decidió subir al estrado y prestar declaración.

+¿Qué dijo Máximo Thomsen?

Quiero pedir disculpas porque jamás en la vida se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar a alguien.Escuché varias cosas sobre mí varios años. No me reconocía porque generaban tanto odio hacia mi persona,yo jamás en la vida tendría esa intención“.

Me lastima haber estado en ese lugar.Ya afuera fui a donde estaban sentados los chicos y mientras voy caminando miro para la derecha y veo que uno de mis amigos se estaba por meter en una ronda con gente desconocida.Ahí pensé que se iban a pelear. Me metí y sentí una piña, y empecé a pegar patadas“.

Al otro día supe lo que había pasado.Cuando estábamos todo en el piso (por la policía) nos dice:’¿Ustedes saben por qué están acá? Ustedes mataron a un pibe’.Ahí me empezó a dar vueltas todo en la cabeza y me puse a vomitar, pero yo hasta el día siguiente no lo creía, mi cabeza no lo podía procesar porque yo no lo entendía“.

Máximo Thomsen es el más complicado debido a que después del estudio comparativo de los calzados de los imputados, hecho porHaydeé Almirón (peritode la Policía Federal), se contastó que él le dio la patada mortal en la cabeza de Báez Sosa.