Nuevo cambio estructural en los mundiales organizados por la FIFA. Este jueves 14 marzo, de manera sorpresiva para la prensa, la entidad madre del fútbol mundial anunció la modificación de la Copa del Mundo Sub-17 tanto en la rama masculina como en la femenina y generó repercusión en redes sociales.

En el caso del torneo varonil, la cantidad de participantes pasará de 24 a 48 equipos para la próxima edición. Es decir, se duplicó la cifra de selecciones que competirán por el título el año entrante. Esa es otra de las modificaciones más llamativas: la periodicidad pasará a ser anual, dejando atrás la modalidad de competición cada dos años.

Sin embargo, lo más vistoso del anuncio de la FIFA estuvo relacionado a las sedes designadas: el campeonato masculino se llevará a cabo en Qatar durante las próximas cinco ediciones. Sí, de manera consecutiva. Será el mismo país que albergó el último Mundial de mayores que ganó la Selección Argentina.

El Mundial Sub 17 femenino irá a Marruecos

Imagen: FIFA

Aplicando el mismo criterio que se utilizó para programar los cinco mundiales masculinos de la categoría Sub-17 que se vienen, el torneo femenino también tendrá sede garantizada por el próximo lustro. El mismo se desarrollará en Marruecos desde 2025 hasta 2029.

Cabe destacar que la edición de 2024 todavía sigue en vigencia, ya que se disputará a partir del 16 de octubre de este 2023 en República Dominicana con 16 selecciones participantes. El año entrante se modificará la cantidad de cupos y ascenderá a 24.

“Estas decisiones se tomaron tras una convocatoria global para expresar interés en ser sede de ambas competiciones, con un enfoque en aprovechar el uso de la infraestructura futbolística existente en pos de la eficiencia y sostenibilidad de los torneos“, dice el comunicado que emitió la FIFA.

Posibles consecuencias de la decisión de FIFA

Argentina fue la selección sudamericana que más lejos llegó en el último Mundial Sub 17. (Getty)

La controversial decisión de establecer una sede fija durante los próximos cinco años, cuando normalmente hay varios países que compiten año tras año para poder albergar una Copa del Mundo juvenil, provoca indignación en aquellos países que aguardaban su oportunidad de hacerse cargo de un evento de semejante magnitud.

A su vez, el cambio de periodicidad de la competición es un punto a favor para las etapas formativas de cada Selección. Esto significa que los futbolistas que cumplan con los requisitos de edad puedan disputar más de una edición del Mundial Sub-17 y consolidar un calendario de alta competitividad.

Eso sí, uno de los escenarios negativos que se plantea a partir de este cambio de norma es la “batalla” con los clubes para que los jugadores sean cedidos para entrenamientos, amistosos y, por supuesto, para cada Mundial juvenil. Hasta el momento son meras especulaciones, pero el plan fue oficializado y se verá su impacto en el corto/mediano plazo.