Hasta el minuto 80′, el mundo del fútbol hablaba del partidazo de la Selección Argentina y de lo poquito que había hecho Kylian Mbappé en la final. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, el crack clavó un doblete (el segundo, un golazo) y convirtió otro más en el alargue para llevar a Francia a los penales. En la tanda tampoco falló.

Con muy pocos toques de pelota, el delantero le demostró que con poco le alcanza para hacer mucho. De hecho, se llevó la Bota de Oro (8 goles en 7 partidos) y quedó a solo cuatro tantos de Klose en la tabla de goleadores histórica de esta competición. Un par de horas después, el jugador rompió el silencio.

Con una foto pasando por al lado del trofeo más precioso, Mbappé solo nos regaló una palabra en su cuenta de Instagram: “Volveremos”. Sin lugar a dudas, con el nivel de este delantero, será muy difícil que Francia no vuelva a levantar la Copa del Mundo en el corto plazo. Esta vez se nos dio a nosotros.

Por lo pronto, el mundo del fútbol podrá seguir disfrutando de Mbappé y Messi jugando juntos al menos hasta junio de 2023, hasta que se resuelva el futuro de ambos.