Después de lo que fue el gran triunfo de River sobre Boca, más allá de los análisis futbolísticos que se pudieron realizar, ante los ojos de toda la República Argentina quedó evidenciado que el aforo que presenció el Superclásico fue mayor al 50% permitido por el Gobierno Nacional.
No sólo fue el Millonario quien, a simple vista, no respetó lo dictaminado por el Decreto de Necesidad y Urgencia que fue expedido el último jueves 30 de septiembre, donde a través del Artículo 205 quedó estipulado que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”. También hubo denuncias en Vélez, San Martín de Tucumán y Belgrano de Córdoba.
A raíz de ello, comenzaron las diferentes versiones sobre lo sucedido. Y más allá de lo que expresó Matías Lammens, desde la fiscalía le remarcaron a Página 12 que “River tendrá 48 horas para dar la información que no se pudo juntar en el allanamiento del lunes. Si no lo hace, se evaluarán los pasos a seguir”.
Si bien no está confirmado, al mismo periódico le explicaron que se estima que el Monumental tuvo una presencia mayor a la de 41 mil espectadores, cuando solamente estaban habilitados a ingresaron un total de 36 mil. Y si la dirigencia comandada por Rodolfo D’Onofrio no presenta la documentación solicitada por la fiscal Celsa Ramírez, el estadio Antonio Vespucio Liberti podría ser clausurado por parte del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires.
