¿Te imaginás pedir una torta y que la lleve a tu casa un campeón del mundo? Si vivís en Saladillo, provincia de Buenos Aires, te puede pasar. La tarea de un consagrado exjugador, que conquistó la Copa del Mundo en 1986 con Maradona, no tiene que ver con la necesidad, sino con el deseo de colaborar con un emprendimiento familiar y sentirse activo.

El repartidor estrella no es otro que Julio Olarticoechea, quien defendió las camisetas de Boca y River, jugó en Francia y es recordado por haber sacado sobre la línea y de cabeza el que pudo ser el empate de Inglaterra ante Argentina, que finalmente ganó ese partido 2-1 en México con dos goles históricos del Diego.

“Estamos grandes ya y me hace bien. Acá en Saladillo, que es un pueblo tranquilo, le hago a la mañana los mandados a mi hija que es una repostera de primer nivel. Después salgo a caminar a la tarde, boludeo un poco y así se pasan los días”, le había contado El Vasco a Toti Pasman en Radio La Red.

Olarticoechea, que hizo su debut como profesional con la camiseta de River en 1980 y se retiró en 1997 jugando para Mandiyú de Corrientes, disputó un total de tres mundiales si se tiene en cuenta que dos años después de ese estreno profesional integró la convocatoria del Menotti en España 1982, aunque no llegó a sumar minutos.

Mucho más conocida es la historia en los dos mundiales siguientes, coronándose campeón en México 1986 y obteniendo el subcampeonato en Italia 1990 tras perder en una final repleta de polémica ante Alemania.