Con su trenza flameando por todas las canchas y un perfil alejado de los micrófonos, Rodrigo Palacio supo marcar una época en el fútbol argentino. Paradójicamente, su nombre quedó grabado tanto por sus logros, como también por una jugada que lo condenó para siempre. Por un lado, está el delantero multicampeón con Boca que marcó el corte de pelo de una generación de niños. Por el otro, el protagonista del “Era por abajo, Palacio”. A diferencia de cada sector, él eligió otro camino: tras colgar los botines, decidió enfocarse por completo en su otra pasión, el básquet.
Con más de 700 partidos y 246 goles convertidos, La Joya supo construir una carrera intachable. Tras debutar en Huracán de Tres Arroyos y hacerse ver en Banfield, no tardó en llegar a Boca Juniors, donde conformó un tridente letal junto a Martín Palermo y Juan Román Riquelme que tendría su broche de oro con la conquista de la Copa Libertadores 2007, la última en la historia del club. Como Xeneize también se convirtió en un jugador de época: ganó también la Copa Sudamericana 2005, tres Recopas y tres títulos de Primera División.
Los altos rendimientos en Argentina le abrieron las puertas de Europa, donde con su finita trenza que lo acompañaba a todos lados, vivió una extensa trayectoria en Italia: Genoa, Inter de Milán, Bologna y Brescia Calcio, donde se retiró a finales de 2022. Consiguió el logro para nada menor de haber dejado un grato recuerdo con cada camiseta. En todas, menos en una: la de la Selección Argentina.
Rodrigo Palacio, jugador de época en Boca y de amplio recorrido europeo. Foto: Getty Images.
Producto de sus rendimientos en el fútbol local y el Viejo Continente, Palacio tuvo la chance de disputar 27 partidos y marcar tres goles con la Albiceleste, sumado a que disputó los Mundiales de Alemania 2006 y Brasil 2014. Y fue en este último donde quedó en sus pies la jugada por la que quedará siempre asociado. En la final ante Alemania, ya en el alargue, quedó mano a mano con Manuel Neuer. Intentó picarle la pelota por encima, pero el balón se fue desviado y el resto es historia conocida. El impacto de la jugada fue tal que Palacio no jugó nunca más en el seleccionado.
“Le pregunté qué había pasado con el famoso ‘Era por abajo’?‘ y respondió que ‘fue un error’, son cosas que pasan en el deporte“, confesó tiempo después el ex tenista Guido Pella, amigo cercano de Palacio, quien siempre le pasó por lejos a los micrófonos. Fue una de las pocas fuente directa que se refirió públicamente a aquella jugada.
De los goles a los triples
Sin embargo, La Joya decidió reinventarse. Aunque varios años después de aquel Mundial de Brasil. Luego de mantenerse 13 temporadas decidió decirle adiós al profesionalismo en 2022. Aunque el deporte continuó marcando su vida. Sorprendió a todos cuando tan solo seis meses más tarde apareció vistiendo una camiseta nueva. Esta vez no de fútbol, sino que de un equipo de básquet amateur de Italia. Como bahiense de ley, decidió retomar aquella actividad que practicó en su infancia y en la que llegó a competir a nivel profesional antes de elegir el fútbol.
Incluso, trajo de vuelta su talento a su ciudad natal. Es que comenzó a competir en Liga Amateur de Básquetbol con la camiseta de Black Mamba, equipo con el cual llegó a una final. Y a pesar de la derrota, se destacó anotando 34 puntos.
El regreso a las canchas
El éxito sobre el parqué, igualmente, no fue capaz de ocultar las ganas de Palacio por reencontrarse con el fútbol. Aprovechando su residencia en Bahía Blanca, le sumó un pasatiempo a su nuevo estilo de vida: los fines de semana juega en el senior de Bella Vista, club donde dio sus primeros pasos futbolísticos. Rodeado de amigos y conocidos, continúa inflando redes como en sus mejores épocas.
“Es muy lindo compartir cancha junto a rivales con los que antes nos sacábamos chispas y ahora nos reímos de lo viejos que estamos“, contó luego de volver a ponerse los botines, sensación que provocó que le pique nuevamente el bichito del profesionalismo. “Ese sueño lo tuve alguna vez, pero no va a suceder. Pasaron dos años del retiro y no tengo ganas de competir otra vez“, sostuvo La Joya.
Entre goles y triples, Palacio continúa disfrutando de la pasión por el deporte que siempre lo caracterizó. Aquella misma rama que supo llevarlo del olimpo al infierno. “Son cosas del deporte”, contestaría él mismo, con su mismo estilo conservador, pero con la trenza todavía flameando.
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