Boca está buscando un volante ofensivo para reforzar el plantel que conduce Diego Martínez y las opciones en el mercado de fichajes llevaron a un futbolista por el que ya se había hecho un intento en el pasado. Se trata de Gabriel Florentín, ex jugador de Argentinos Juniors al que le queda un año de contrato por delante con el Orenburg de Rusia.

Según avanzó desde su cuenta de X el periodista Germán García Grova, el interés del Xeneize es concreto y está ligado al gusto personal de Juan Román Riquelme. Desde el Consejo de Fútbol ya habrían iniciado el contacto con su representante, aunque el jugador de 25 años no tendría mayores detalles de la propuesta en concreto.

Si en Boca ya se habían ilusionado con la llegada de Florentín fue porque a inicios de año el jugador reconoció ese deseo que finalmente no llegó a concretarse: Quiero jugar en Boca. Mi representante me avisó que está avanzado así que estoy esperando para hacer las valijas. Román todavía no me llamó pero estoy a la espera de que lo haga”, fueron sus palabras en diálogo con TyC Sports.

Enganche natural pero habituado a cumplir en el fútbol europeo tareas de volante central y mediocampista por derecha, incluso había llegado a admitir que sería capaz de hacer el esfuerzo que le fuera requerido con tal de llegar al club de La Ribera.

El mediocampista esperó un llamado de Riquelme en el pasado.

El mediocampista esperó un llamado de Riquelme en el pasado.

Mejorar la oferta anterior, una condición necesaria

Habiendo tenido Gabriel Florentín incluso más rodaje que en la temporada anterior, participando de 30 partidos entre Liga y Copa de Rusia, en Boca no tendrán opciones de concretar la negociación si no mejoran el ofrecimiento que se hizo en el pasado.

A inicios de año, desde El Xeneize se ofreció un préstamo con opción de compra, pero desde Orenburg hicieron saber que la única manera en la que se desprenderían del jugador era a través de una venta. Si el club ruso exige una suma similar a la de la cotización que hizo Transfermarkt del jugador, por un valor de 2.5 millones de dólares, el club que preside Juan Román Riquelme no tendría mayores dificultades para concretar ese deseo postergado.