Las últimas elecciones que se realizaron en Boca volvieron a poner en veredas enfrentadas a Martín Palermo, que apoyó abiertamente la lista de la oposición y era el candidato a entrenador si esta ganaba; con Juan Román Riquelme, quien finalmente fue electo presidente del club con gran margen de votos, para dar continuidad a una gestión iniciada hace cuatro años.

Días después, el propio Palermo dejó claro que debería postergar el sueño de dirigir al Xeneize por cuatro años más, pues no se ve trabajando junto a quien dentro de una cancha y futbolísticamente hablando fue su socio perfecto durante algunos de los años más gloriosos en la historia del club.

Conocedor de las diferencias que existieron entre ambos ídolos en el pasado, algunas de las cuales tomaron notoriedad y otras no, quien se refirió recientemente a la tensa relación entre Juan Román Riquelme y Martín Palermo fue Abel Alves, quien trabajó muchos años en el club y asumió al frente del plantel de Primera División en tres interinatos, primero reemplazado a Chino Benítez en 2005, luego a Carlos Ischia, en 2009, y finalmente a Alfio Basile en 2010.

“Yo conozco a Palermo y a Riquelme desde muy chicos. No era fácil entrarles. Fueron creciendo y llegaron a ser lo que fueron”, empezó contando en diálogo con Boca de Selección. Y agregó: “Sabía todo lo que pasaba entre ellos y pensaba que lo podía manejar. Pero cuando realmente los topé personalmente me di cuenta que había cosas muy profundas entre ellos”.

Palermo y Riquelme, ídolos con diferencias.

Palermo y Riquelme, ídolos con diferencias.

Boca sin identidad

Alves también fue crítico del año futbolístico de Boca, que tuvo tres entrenadores (Ibarra, Almirón y Herrón) y conquistó tan solo un título menor: la Supercopa Argentina en marzo, imponiéndose 3-0 a Patronato. “El equipo no pudo encontrar una identidad de juego, por sobre todas las cosas la identidad de Boca. Este año, ni la mística ni la historia se pudo lograr en la cancha”, señaló.

Las palabras de Palermo tras el triunfo electoral de Riquelme

Habiéndose desvinculado de Platense y quedándose sin la oportunidad de ser técnico de Boca por la victoria del oficialismo en las elecciones, Martín Palermo negó haber querido vincularse a la política del club y explicó por qué cree que deberá esperar otros cuatro años para cumplir su sueño de ser director técnico del equipo.

“Creía que después de Guillermo (Barros Schelotto) pude ser yo el técnico de Boca, porque le tocó al Vasco (Arruabarrena), a Guillermo, Ibarra y Battaglia. No creo que Riquelme me llame para ir a Boca. Si lo hace es por algún interés. Somos distintos con Román. Nos respetamos dentro de la cancha. Cuando es así, no conectas, por más que lo quieras hacer por Boca. Para que mentirle al hincha de Boca, la convivencia con Román no duraría nada. Yo me veo sentado en el banco, como técnico de Boca, aunque tendré que esperar 4 años, explicó en diálogo con Radio La Red.

Encuesta ¿Estás conforme con el resultado de las elecciones en Boca?

¿Estás conforme con el resultado de las elecciones en Boca?

YA VOTARON 0 PERSONAS