Raphael Varane es considerado como uno de los mejores defensores centrales de la última década, a pesar de recién haber pasado la barrera de los 30 años. Sin embargo, el cuatro veces ganador de Champions League y campeón del mundo escondió durante todos estos años una peligrosa condición médica que lo persigue desde que inició su carrera en el fútbol.
Repetidas conmociones cerebrales han afectado a Varane a lo largo de los ya casi quince años de su exitosa carrera, y se ha presentado múltiples veces incluso dentro de la cancha de fútbol. Así lo reveló el propio defensor en diálogo con L’Equipe: “Personalmente, no sé si cumpliré esa meta de vivir hasta los 100 años. Dañé mi cuerpo.”
“Cuando descubres que repetidas conmociones cerebrales pueden tener un efecto fatal, comienzas a replantearte todo, y lo mal que puede ir”, destacó en su relato. Varane reconoció haber sufrido varias conmociones a lo largo de sus años como profesional, incluyendo encuentros en Copas del Mundo, clásicos y hasta en esta misma temporada.
“Hubo un partido en el que realicé varios despejes de cabeza. Los días posteriores sentí una fatiga anormal, y también dolor en los ojos”, reconoció sobre un partido con la camiseta del Manchester United a inicios de la presente campaña.
Rafa Varane tuvo que bajarse de un partido esta temporada por síntomas de conmoción cerebral.
“Le comuniqué al cuerpo técnico que no estaba en condiciones de jugar, y me recomendaron no hacerlo. Me realizaron las pruebas médicas correspondientes y no jugué ese partido” , explicó. Y aprovechó para reflexionar al respecto: “Pero, si no me hubiera presentado frente al cuerpo técnico, nadie se habría dado cuenta y me habrían alineado para jugar.”
En otras ocasiones, Raphael Varane prefirió jugar a pesar de todo
Los años y la experiencia llevaron a Varane a decidir no jugar ese partido del que hablamos anteriormente. Sin embargo, un Varane más joven hizo caso omiso a las sensaciones y se arriesgó a jugar igual. Aunque hoy reconoce el peligro que corrió al cometer lo que hoy entiende como una irresponsabilidad total.
Corría la fase final del Mundial 2014 en Brasil, y Francia se cruzaba con Alemania en los Cuartos de Final, tras superar a Nigeria en la ronda previa. Varane había sentido algo en ese encuentro ante los africanos, pero a sus 21 años no había forma de que se perdiera ese encuentro ante los germanos.
“No me iba a perder un partido de Cuartos de Final de la Copa del Mundo porque me sentía un poco cansado”, afirmó. “Tenía algo de fatiga en mis ojos. Cuando lo miro en retrospectiva me digo sigo preguntando si sabiendo que tenía una conmoción, hubiera decidido callarme y jugar igualmente”, reflexionó.
Varane reconoce que Deschamps se percató de que algo no andaba bien, pero que no llegó a descubrir el fondo de la cuestión: “El cuerpo técnico dudaba si estaba para jugar. Lo cierto es que estaba un poco disminuido y sí, Hummels me ganó el duelo en el gol, pero dentro de todo jugué un buen partido.”
Raphael Varane recuerda aquel partido contra Alemania en Brasil, el cual jugó bajo los efectos de una conmoción.
“Nunca sabremos lo que podría haber pasado incluso si ganaba ese duelo y volvía a recibir un impacto en la cabeza”, comenta. Y cierra: “Cuando terminó el partido quedé en ‘piloto automático’. Si alguien me hubiera hablado en ese momento ni siquiera sé si hubiera podido responder. No recuerdo el partido después de este shock.”
Otro episodio lo vivió en el encuentro de la Champions League 2019/20 contra el Manchester City, donde cometió dos groseros errores. Los atribuyó a otra conmoción cerebral con la que tuvo que lidiar: “Lo sentía desde el calentamiento. Me decía a mi mismo ‘Despierta’. No podía concentrarme, me sentía un espectador dentro del partido”, reveló.
Sus recordados errores ante el Man City en Champions, producto de otra conmoción.
La peligrosidad de las conmociones cerebrales en el fútbol
Las conmociones cerebrales son peligrosas siempre, el fútbol no es un excepción ni tampoco lo magnifica. Esta condición puede provocar diferentes síntomas de acuerdo a su severidad y como efectos destacan dolores de cabeza, cambios en la lucidez mental, pérdida del conocimiento, pérdida de memoria y cambios en la forma de pensar. En casos extremos incluso puede conducir a lesiones duraderas o hasta la muerte.
Es uno de los motivos por los que en el fútbol se ha modificado el reglamento y se permite parar el juego en caso de un choque de cabezas, aunque esta colisión no sólo puede generar conmociones, sino hasta fracturas. Lo cierto es que es un tema con el que se ha intentado estar más presente en los últimos años y tratar de evitar efectos como los que ha vivido Varane durante su carrera.