Es algo comprobado: la salud mental es igual o incluso más importante que la salud clínica y física, y así y todo es un tema en muchos casos resulta ajeno o que es tomado como un tabú. Sin embargo, resulta necesario parar la pelota a veces y escuchar en un momento adecuado cuando alguien que padece de una mala salud mental y pide ayuda, como lo hizo Ricardo Centurión.
Con una notoria desmejoría en su rendimiento futbolístico en los últimos años, el ex Boca y Racing rescindió recientemente su préstamo con San Lorenzo tras algunos desencuentros y faltas a las prácticas, y luego de regresar a Vélez también se confirmó en los días pasados que su vínculo con el Fortín ya dejó de existir y por ende, hasta diciembre se encuentra entrenándose por su cuenta sin relación con ningún club.
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Sin embargo, todo esto pasa a un segundo plano tras sus preocupantes declaraciones sobre su estado actual a nivel anímico y de salud. En diálogo con Radio La Red, Ricardo Centurión abrió su corazón y se sinceró sobre los problemas que está atravesando: “Estoy solo y el momento es muy duro, sigo viviendo como en pandemia, sin contacto con nadie. Me cansé de la vida, estuve con ataques de pánico, desparecido varios días. No me banco ni yo“, comenzó declarando de manera durísima a modo de relato de lo que es su actualidad.
Luego, el futbolista de 29 años expresó con dolor: “No puedo mirar a los ojos a mi hija, no me pudo cambiar ni el amor de mi hija. e que hice muchas cosas mal pero no puedo solucionar las cosas; nadie me pregunta que me pasa, no me miran a la cara“, y siguiendo con total crudeza sobre su presente, describió:”Mi teléfono no suena, nadie me llama. Me encuentro triste. Solo tengo a mi madre y a mi mujer, el resto se alejó de mi. No sécomo ser padre, trato de no faltarle a mi hija”.
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Para cerrar respecto a cómo se siente y lo que necesita para recuperarse, Centurión hizo un claro pedido de ayuda abiertamente en la entrevista: “Ya no creo ni en mi mismo, hay veces que exploto y me da por salir y pegármela en la pera muchos días. Creo que puedo con todo y no es así, necesito ayuda, ni los psicólogos ni los psiquiatras me pudieron ayudar. Quiero revancha. Tengo 29 años y necesito cambiar, volver al fútbol“. Estremecedor.