Es difícil explicar cómo cambió la vida de Carlos Carbonero en estos últimos diez años. Surgido de Academia, en su Colombia nata, pasó por equipos importantes de su país hasta que llegó a Argentina para jugar en Estudiantes, luego pasó por Arsenal y en 2013 arribó a River. Apenas estuvo una temporada en el Millonario hasta que se marchó al fútbol italiano, pero allí su carrera se vio afectada para siempre.
Si bien nunca oficializó su retiro de la actividad profesional, desde 2021 que no tiene club y a sus 34 años todo indicaría que no retornará a jugar de manera oficial. Una lesión jugando para la Sampdoria marcó su carrera y lo llevó a una depresión de la cual le costó salir y lo obligó a alejarse de las redes sociales. Pese a haberse recuperado físicamente, solamente disputó un puñado de partidos en los cinco equipos en los que jugó tras su paso por el conjunto italiano.
Campeón en Arsenal y paso a River
Nacido en 1990, Carlos Carbonero debutó en Primera jugando para Academia, equipo del ascenso colombiano, pero rápidamente pasó a Atlético Huila y luego a Once Caldas. En 2011 arribó a Argentina para jugar en Estudiantes y al año pasó a Arsenal, club con el que ganó el Clausura 2012, la Supercopa Argentina y la Copa Argentina de 2013. Eso lo llevó a ser considerado por Ramón Díaz para jugar en River. De la mano del Pelado se ganó un lugar entre los habituales titulares y dio dos vueltas olímpicas: el Torneo Final 2014 y la Copa Campeonato del mismo año.
Carlos Carbonero celebra su gol ante Racing en un duelo que quedó para el Millonario por 3 a 2. (Foto: IMAGO).
Mundial 2014
El caso de Carlos Carbonero con la Selección Colombia no fue para nada convencional. En 2011 había disputado un amistoso ante Ecuador, pero tres años más tarde -por su gran presente en River- Pekerman lo citó para el Mundial de Brasil 2014. En dicha competición jugó 45 minutos en la victoria de los colombianos ante Japón por 4 a 1 en la fase de grupos. Tras la eliminación de los cafeteros, Carbonero disputó tres partidos amistosos más en el segundo semestre de 2014.
Carbonero jugó 45 minutos en el Mundial 2014. (Foto: IMAGO).
Dura lesión en Italia
A mediados de 2014, Carlos Carbonero creyó que era el momento ideal para dar el salto a Europa y pasó al Cesena de Italia. Allí jugó 22 partidos en su primera temporada y a la siguiente se marchó a la Sampdoria. Todo marchaba bien en el conjunto de Génova, pero una dura lesión lo alejó de las canchas y terminó marcando su carrera para siempre.
Carbonero jugó una temporada en Sampdoria. (Foto: IMAGO).
Depresión y un regreso fuera de los primeros planos
“yo me salí de las redes sociales cuando tuve la lesión en la Sampdoria, entré en depresión, no entendía por qué me había lesionado si venía andando bien, y yo buscaba quedarme mucho tiempo en Europa. Me sentía impotente, veía cosas que yo no podía hacer, veía a muchos compañeros cambiando de club”, le dijo Carlos Carbonero hace unos meses a Guardia Alta.
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Además, agregó: “Yo salgo de la Sampdoria, retorno a Colombia donde me abrieron las puertas en Cortuluá, fue tan duro que duré casi año y medio sin jugar. Ahí llegué al Deportivo Cali donde me recuperaron”.
Cabe destacar que luego de su paso por Sampdoria, en 2017, Carbonero jugó un puñado de partidos en Cortuluá de Colombia antes de pasar a Deportivo Cali, donde solamente disputó 14 encuentros en un año y medio. Para 2019 firmó en Ferro, pero jamás llegó a debutar antes de marcharse. En 2020 representó a Llaneros y en 2021 a Delfines del Este de República Dominicana, en lo que fue -hasta el momento- su último club como profesional.
Carlos Carbonero en Ferro. (Foto: Prensa Ferro).