En Colo Colo cerraron una temporada 2024 extraordinaria con el título en el Campeonato Nacional, la Supercopa y los cuartos de final en Copa Libertadores. El gran gestor de la campaña alba fue el entrenador Jorge Almirón, quien en una entrevista reciente dio a conocer sus cábalas.
Así es, el técnico argentino confesó varias de sus ritunas y rituales antes de los partidos, en conversación con La Arenga del Abuelo.
“Cuando ganamos repito todo. Todo lo que pueda, toda la rutina. No es que vas a ganar si repites eso, pero te ayuda a concentrarte, te ayuda a enfocarte, en generar una energía positiva”, comenzó diciendo.
“La misma ropa, sí tengo algunas cábalas, que me da vergüenza contar algunas cosas. Sobre todo la ropa, soy muy creyente también, tengo mi virgen que me acompaña, hago promesas, las tengo que cumplir. Más allá de la cábala es una cuestión de fe también”, agregó.
La peregrinación que hacía Jorge Almirón en Boca Juniors
En la misma línea de la fe, Almirón contó la tremenda locura que hacía previo a cada partido en Argentina cuando estaba dirigiendo a Boca Juniors en 2023.
“Estando en Boca me iba antes de cada partido, viajaba 50 minutos en auto, iba a la iglesia de Luján. Entraba por el mismo lugar, era el primero en entrar porque la igelsia la abren a las 8 de la mañana, era el único que estaba en la iglesia. Entraba encapuchado, salía, pasaba por el mismo café, la señora ya me conocía, sabía que iba a llegar. Pasaba, lo compraba y me iba de vuelta a la concentración. Iba pensando en el camino, enfocándome, iba generando una confianza, como lo quieras llamar, pero a mí me hacía bien, sentía que estaba haciendo algo bien. Eso genera confianza, después te toca perder igual, pero seguí insistiendo”, reveló.
La rutina que instauró en Colo Colo
También, explicó la rutina que instauró en Colo Colo los días de partido, con los jugadores que no son citados, en lo que también se ha vuelto una especie de cábala.
“El día del partido hay un grupo que no juega, que no está concentrado tampoco, entonces yo voy en las mañanas a entrenar con mi auxiliar, con el profe, vamos a entrenar a ese grupo. Mientras los otros están descansando, desayunando, haciendo alguna activación en el hotel”, contó.
“Pero para darle importancia a todos, es una manera de enfocarme yo, no sé si es una cábala, pero a mí me genera buena energía. Estar con ellos, exigirles y estar ahí enchufados es una terapia también, tal vez. Me importa porque hay veces que los chicos se caen, cuando pasan 10 partidos y no te tienen en cuenta, no te citan y otra vez no estás”, explicó el DT de 53 años.