Que los Superclásicos entre Universidad de Chile y Colo Colo son picantes y tienen de todo, es cierto y que deja para el comentario y conversación semanal para quienes buscan argumentar y/o justificar lo ocurrido en cancha.
En ese sentido, los cobros arbitrales tienen mucho de eso y aportan bastante al desahogo post partido y en variadas ocasiones, sus determinaciones han resultado claves para el resultado final del compromiso más importante de nuestro fútbol.
Se supone que para alivianar esa carga, se instaló en Chile el sistema del video asistencia referil, más conocido como VAR y que opera en nuetro país desde la temporada 2020. Ahora bien, en un juego del absurdo, ¿Qué hubiese pasado si este sistema hubiese estado desde tiempos remoto? ¿Cuántos clásicos hubiesen cambiado su rumbo? Bueno, para todos los gustos acá solo un alcance sin dañar susceptibilidades de nadie.
El llanto albo
Particularmente, los reclamos del mundo colocolino se enfocan netamente en el año 2011, el mejor de la historia azul, pero que en Macul dicen haberse sentido perjudicados, notoriamente. En el Torneo de Apertura, partido que ganó la U por dos a uno con el inolvidable tanto de Diego Rivarola, el empate azul a cinco minutos del final, fue gracias a un penal muy dudoso que sancionó Enrique Osses tras una supuesta falta de Luis Pavez Contreras contra Charles Aránguiz. Al menos, en estos años, el juez tendría que haber ido a revisarla en el monitor. Pero para ser justos, tras el empate de Gustavo Canales, a los estudiantiles se les sanciona un off side inexistente que terminó con la pelota en las redes. La U lo ganó dos a uno.
El otro reclamo del cacique se remonta a ese mismo año, pero en el Torneo de Clausura. En la ocasión, el juezo Claudio Puga sancionó apenas comenzado el cotejo, un penal que no fue tal de Cristian Vilches contra Eduardo Vargas, con VAR al menos también la hubiese ido a ver y si bien, fueron bien expulsados dos jugadores de la U en el primer tiempo, la tarjeta roja mostrada al portero Castillo se vio más como compensatoria. Además, se reclama la entrada de Albert Acevedo contra el portero Raúl Olivares y que desde luego en estos días, era sancionada con la expulsión y dejaba a los laicos con ocho elementos. Por último, aún llama la atención entre los colocolinos que en el minuto 56′ del segundo tiempo, Osmar Molinas haya anotado el autogol, no por la jugada tan desgraciada, si no por el tiempo agregado que ellos consideran excesivo. Empate dos a dos final.
En la U, aún patalean
Ambos clásicos que en Universidad de Chile aún lamentan ocurrieron en el Estadio Nacional. Primero, el del Apertura 2009. Para empezar, ambas conquistas de Lucas Barrios en el primer tiempo, estaban en clara posición de adelanto y cuando ya los blancos estaban tres a uno arriba, un gol anulado al Palote Juan Manuel Olivera por supuesto foul contra el arquero Cristian Muñoz, Carlos Chandía determinó que hubo foul, inexistente por cierto. Triunfo del equipo de Macul.
Pero al año siguiente, ocurrió el hecho más vergonzoso de todos. Noviembre de 2010 y la U derrotaba a Colo Colo por dos tantos a uno. Ya en los descuentos tiro libre para los albos que ejecuta Macnelly Torres y que encuentrala cabeza de Javier Cámpora quien anota el dos a dos definitivo. No solo el atacante estaba en claro off side, si no al juez asistente Patricio Basualto se le soltó el banderín y dejó sin sanción la jugada y que Pablo Pozo, el árbitro central, hizo caso omiso. Con VAR, era otra historia.
Esperemos que Christian Garay, el juez confirmado para el duelo entre albos y azules, no tenga ningún problema y que el VAR opere lo menos posible en este partido, el mayor de nuestro fútbol.