Mientras todas las luces se las lleva Daniel ‘Popín’ Castro en Deportes Limache, uno que ha figurado en silencio es el argentino Abel Francisco Romero, quien supo amargar a Colo Colo en dos oportunidades este año: le marcó el empate 2-2 en el Monumental y de cabeza hundió al Cacique en Quillota, el pasado sábado. 

En conversación con Bolavip Chile, el centrocampista de 26 años llegó al fútbol chileno desde Jujuy, Argentina, sin hacer ruido, pero con convicción. “Soy del norte, de Jujuy. No aparentamos nada, tampoco tenemos mucho. Así que tampoco hay que aparentar”, dice con humildad, lejos del estereotipo de futbolista argentino. 

Romero llegó a la región de Valparaíso acompañado de su esposa e hija, y aunque los primeros meses fueron difíciles, ya se siente cómodo. “Estuvimos cuatro años en un solo lugar. Cambiar de país, de club… costó. Pero ahora estamos bien, gracias a Dios”.

Romero, al centro, festeja el empate ante Colo Colo en el Monumental (Photosport).

En lo futbolístico, Romero confiesa que todavía le cuesta dimensionar lo logrado hasta ahora con el conjunto del Tomate y haberle marcado dos veces a Colo Colo. “Si sirve para sumar al equipo, bienvenido sea. La felicidad es mayor cuando pasan esas cosas”, comenta con una sonrisa. 

Su llegada a un club modesto como Limache no lo intimidó. “Lo tomé como una gran oportunidad. Sabía que me iba a encontrar con un club humilde, con muchas ganas de crecer. Eso me motivó a venir. Además, tampoco vengo de clubes grandes, así que no me cambió mucho. Era una nueva chance para seguir creciendo“, reconoce. 

Romero revela que el objetivo es claro: mantener la categoría en el exigente fútbol chileno. “Prometer no me gusta, pero sí puedo asegurar que nos entrenamos al máximo todos los días. El objetivo principal es mantenernos en la categoría, que no es nada fácil porque el fútbol chileno es muy competitivo. Obviamente todos soñamos con entrar a una copa y hacer historia, pero tenemos que ir paso a paso, domingo tras domingo”, concluye.