El próximo domingo 10 de marzo, a las 18:00 horas, se vivirá una nueva edición del Superclásico del fútbol chileno entre Colo Colo y Universidad de Chile, esta vez válido por la cuarta fecha del Campeonato Nacional 2024.
La cita es en el Estadio Monumental, donde los albos no pierden hace 23 años ante su archirrival. Pero en esta ocasión ambos equipos llegan parejos, según la opinión de un histórico exfutbolista que vistió estas dos camisetas.
Se trata de Patricio Yáñez, quien conversó en exclusiva con BOLAVIP y adelantó lo que espera de este nuevo “derby” del balompié nacional. Además, recordó detalladamente la decisión que tomó a inicios de los ’90, cuando pasó de la U al Cacique. Allí, fue campeón de la histórica Copa Libertadores de 1991.
-¿Quién llega como favorito al Superclásico de este domingo?
-Yo creo que creció la U, muchísimo. En comparación al año pasado, va a tener una mayor seguridad. Pese a que el partido que juega fue superior, pero no se mostró todavía una mejoría notable. Yo creo que llegan parejos. En términos futbolísticos, yo creo que llegan parejos. Pero el peso del Monumental inclina la balanza y la historia, todos los partidos.
-Ya van 23 años de paternidad de Colo Colo en el Estadio Monumental.
-El año pasado Colo Colo no le pudo ganar a la U. Sigue con esa paternidad, no pierde, pero no le pudo ganar. Ahí hay un tema, que en el escenario de Colo Colo, en el Monumental, ahí perfectamente puede sacarle ventaja.
Superclásico: Pato Yáñez entre dos amores
-¿Te sientes más identificado con Colo Colo o la U?
-Con Colo Colo. Me echaron (en la U), yo firmé un contrato por tres años y dado que estuve lesionado, no me fue bien la primera etapa y después lo jugué todo, afortunadamente logramos el objetivo final que era permanecer en Primera. Se me acercan los dirigentes terminado el campeonato y me dicen: “Pucha Pato, es que no queremos que continúes. Pero es que no tenemos plata”. “No poh’, páguenme hasta el día de hoy”, les respondí. Y me quedaban dos años más de contrato. Les dije: “no se preocupen, yo entiendo también que estuve una parte importante sin jugar, me lesioné, lo asumo como tal, una lata, me siento también responsable que ustedes estén tomando esa decisión, pero ningún problema”. Así que de los tres años, pasé a uno no más y me fui.
-Antes de llegar a la U y Colo Colo, ¿con cuál de estos dos equipos simpatizabas?
-Con Everton. ¿Sabes lo que pasa? Mi papá era colocolino. Mi mamá y mi hermano, de la U. Somos tres hermanos y el más chico no le gustaba el fútbol, nunca le gustó. Mi papá era colocolino a morir y mi hermano estudió en la Universidad de Chile, entonces habían enfrentamientos. Yo los miraba. Me hice de Everton porque comencé a ir al estadio con un Everton de Pedro Morales, que el año ’76 fue campeón, jugó Copa Libertadores, tenía grandes jugadores. Yo siempre fui de Everton, pero sí agradezco la tremenda opción de Colo Colo. Soy un gallo feliz, porque el hincha colocolino me adoptó, el haber venido de la U no significó absolutamente nada, desde el primer día fui muy buen recibido y hasta que me retiré y hasta el día de hoy que el cariño de la gente de Colo Colo está ahí presente.
Un final feliz vestido de blanco y negro
-¿Fue quizás la mejor decisión que pudo haber tomado como futbolista?
-Pero venía mal, fue una apuesta de Mirko (Jozic) y, donde participaron, por respeto no voy a dar los nombres, dos jugadores que estuvieron presentes en esa reunión, donde tomaron la decisión de ir a contratarme. No era fácil, un gallo que había estado lesionado, se había lesionado la rodilla, había estado cuatro, cinco meses sin jugar. Que jugó todo el segundos semestre, sí… Mirko y las características. En un café tomaron la decisión de contratarme, pero no se me pasaba ni por la mente cuando salí de la U.
-Y la historia terminó con un final feliz, ganando la Copa Libertadores de 1991.
-Le agradezco siempre a estos dos amigos, la opinión que dieron de mí y a Mirko, porque igual se la jugó. No era fácil llevarse a un jugador, está bien lo que haya sido, pero que en ese momento no haya tenido continuidad en la U. Para mí fue una linda decisión, empujada por cuando estaba el Chano (Lizardo) Garrido, (Raúl) Ormeño, conocía a los otros cabros, al Coca (Gabriel) Mendoza. Conocía algunos, algunos había compartido selecciones tiempo atrás. Me dijeron: “Vente para acá no más, aquí vamos a ganar la Copa”. Ya, listo.