En la historia de la Selección Chilena sin duda que una de las grandes duplas que ha dejado nuestro fútbol ha sido la que fue compuesta por Marcelo Salas e Iván Zamorano, dos de los delanteros más importantes en la historia de nuestro país y quienes nos llevaron al Mundial de Francia 1998.
En las últimas horas, Marcelo Salas dialogó en exclusiva con con el programa ‘Fuera de Juego’ en el canal ‘Hey Social TV’, en donde se refirió a lo que era su rivalidad que existió en su momento entre él e Iván Zamorano, la que se encargó de desmentir tajantemente y expresó sus razones.
“La rivalidad es más por parte de ustedes (los periodistas), yo nunca he tenido un problema con Iván, (la distancia) creo que es un poco por la diferencia de edad, seguramente, en ese período nuestros grupos eran distintos, yo me juntaba con Rozenthal, con el Huevo (Valencia) que eran de mi edad y con Iván tenemos 7-8 años de diferencia, su grupo era con Fabián (Estay), Tapia, los más grandes, era lo más lógico”, comenzó señalando Salas.
Sosteniendo su explicación, el ‘Matador’ remarca en que las distintas etapas que abordaban cada uno en su tiempo como futbolistas no eran compatibles, por lo que no eran mucho de compartir juntos, pero que nunca tuvieron ningún tipo de problemas.
“No compartimos fuera de la cancha, ese era el tema, que nunca estábamos juntos, aparte en ese período yo estaba casado, venía a Chile, jugaba, me iba a la casa y volvía, ahí Iván estaba soltero, venía a Chile a jugar y salían a comer alguna cosa, nunca nos vieron juntos afuera de la cancha, por eso ahí decían que habían problemas, pero es por tema de vida”, declara.
“Tenemos una comunicación que antes no teníamos”
Hoy, ya alejados de lo que es el verde césped, ambos sostienen una mucho mejor relación en la actualidad, en donde Salas remarca que han compartido en varias oportunidades, en la que incluso han hecho asados juntos y han vuelto a compartir dentro de la cancha jugando a la pelota.
“Tengo muy buena onda con él, este último período hemos conversado mucho más, yo con Iván generalmente no hablaba, no éramos amigos, en Italia nos juntamos un par de veces, pero yo estuve cinco-seis años y nos vimos dos veces, igual es poco cuando uno tiene una relación”.
“Ahora después que ha pasado el tiempo nos hemos visto más, he ido a Miami, me ha invitado a su casa, hemos comido asado con su familia y yo con mis hijas, hemos jugado una pichanga con otro grupo de latinoamericanos que hay por allá, hemos compartido más. Hoy tengo una relación más cercana, tenemos una comunicación que antes no teníamos”, finalizó.