Durante este semana, se dieron a conocer los seis humoristas que tendrán la difícil misión de hacer reir al monstruo del Festival de Viña del Mar en esta edición número 62 de la fiesta que vuelve tras tres años luego que la pandemia impidió su realización.
Este año, tendrá la particularidad de la paridad absoluta, tres humoristas hombres y tres mujeres. Una de ellas es Belén Mora o Belenaza como quieran llamarla, quien luego del triunfo en Olmué el año 2019, ahora sí aceptó el desafío de subirse al escenario más importante de la música y el espectáculo Latinoamericano.
La comediante dialogó con Radio ADN y reconoció estar en un período de ansiedad absoluta, que incluso le gustaría irse a su casa y renunciar a su opción festivalera, desde luego con una óptica de ironía. Además, reconoció que la rutina está probada y que bajo ninguna circunstancia iríacon algo por primera vez.
“Me bajé de Olmué y empecé con esta, es un trabajo peluo, ensayo y error. Uno no puede llegar a probar al festival, no soy tan valiente, prefiero llegar con todo probadito.Es un festival donde uno está expuesto de manera brutal”, sostuvo la actriz ex Morandé con Compañía.
En relación a los cuidados que debe tener, básicamente a no exponerse en temas de contingencia porque no a todos podría gustar sus posturas, Mora afirmó que tomó una drástica decisión. “Yo soy muy buena para opinar, entonces me puse en modo autocensura.Para qué sumarme problemas.hay que tener cuidado en todo, es una exposición muy grande y yo le tengo mucho respeto al escenario”, detalló la cómica.
Finalmente, reconoció que siempre existe mucho morbo alrededor de los humoristas, que los asistentes no pagan la entrada para ir a verlos, pero sí que siempre son el mayor rating de la jornada. En definitiva, carne de cañón, como recalcó la propia Belén.