Universidad Católica tiene en César Pinares a una de sus máximas figuras. Sin embargo, el primer semestre el volante lidió duramente con una complicada dolencia lumbar, que le impidió brillar como se debe en el cruzado cruzado y, por ello, no fue lo determinante en el esquema de Ariel Holan.
Los dolores fueron muchos para el volante quien tuvo que recurrir a un bloqueo facetario, para dejar atrás su dolencia. Lo más complicado ya pasó para Pinares, quien reconoció que no lo pasó nada bien durante su afección en la espalda, que se irrigó también a otros sectores del cuerpo.
“Ahora, estoy mucho mejor. La primera parte del torneo sufrí bastante con ese problema de la espalda y no sólo ahí, si no que se cargan otras zonas del cuerpo y que obviamente afectan. Las ganas de jugar, aportar, de estar peleando en la parte alta hace que uno quiera siempre estar”, reconoció Pinares.
Ahora, Pinares se tiene que colocar la capa para levantar el nivel con la Universidad Católica. Sin duda, el drama del volante se hizo sentir en los compromisos y él reconoce que esto le afectó antes del procedimiento quirúrgico, que le produjo un alivio tremendo para centrarse sólo en jugar.
“Si bien en algunos partidos me molestó, me limito más que otros, no pondré nunca eso como excusa. Me tocó hacer esa intervención, me ayudó mucho, estoy más aliviado de la espalda. Ahora estoy trabajando para poder ir mejorando en mi nivel”, adicionó el futbolista cruzado.
El volante de la UC, además, planteó lo que se avecina para él y todo el equipo. “Daré lo máximo posible para ayudar al equipo y para conseguir los resultados positivos que todos queremos este año”, finalizó el mediocampista.