Este domingo 18 de diciembre se cumplió un nuevo aniversario del título conseguido por Universidad de Chile luego de 25 años sin celebraciones y que en el desierto chileno, pudieron por fin gritar campeones.
El penal de Patricio Mardones, la invasión de los hinchas a la cancha, le irrupción de Marcelo Salas, el talento de Raúl Aredes, las tapadas de Sergio Vargas o las piruetas de Juan Carlos Bombero Ibáñez, en fin. Muchas razones para recordar aquella mágica temporada para la U.
Pero existe una historia casi oculta, anécdótica si es que se quiere evaluar así que involucra a un jugador que llevaba tres temporadas en El Sauzal por aquel tiempo y que si bien no fue titular indiscutido, era un jugador que constantemente era requerido por los entrenadores Arturo Salah y Jorge Socías. El protagonista es el zaguero, Luis Abarca.
El lechero, como era conocido tenía que ver su situación contractual con los azules a inicios de ese 1994, él cuenta que se acercó a la dirigencia y algo no se estaba cumpliendo, en virtud de lo que se pesó cuando llegó temporadas antes.
“Quise arreglar mi contrato a inicios del ’94 y no me renovaron como habíamos acordado cuando llegué el año 1992 y que debía ser en mejores condiciones. Ahí meargumentaronque no había plata para mejorar nuestra situación económica”, recordó el ex central de Universidad Católica.
Pero ¿Hubo alguna solución? Abarca añade que ante una conversación con los dirigentes, pudo lograr una especie de acuerdo, que para algunos era un tanto irrisorio para la época. “En ese momento en una conversación con dirigentes de la época, estaba hablando con el contador, Fernando Braun, ahí me dice ‘luchito estamos muy contentos contigo, qué daríamos por darte el doble, pero no tenemos plata‘ y yo como me manejaba solo, les dije ‘Don Fernando, no importa, no me arreglen este año, me aguanto”, recordó un resignado ex jugador.
Sin duda, alguna solución había que encontrar, es ahí donde viene la propuesta de Abarca, un tanto utópica para en ese momento institucional, “es ahí donde le digo a Braun, ‘si somos campeones este año, usted me arregla por el doble el próximo año‘.Lo tomaron y yo creo que ni ellos pensaban que seríamos campeones después de tanto tiempo con un equipo que estaba en formación”, sostuvo el ex seleccionado chileno como dando a entender que el directivo aceptó entendiendo que sería difícil que se cumpliera aquella situación, que finalmente no ocurrió.
Luis Abarca termina sus recuerdos ratificando que fue “inolvidable año para mi, no creo que para ellos y cuando llega el año 1995 y deben revisar los contratos, Rafael Fazio lo lee y dice ‘¿Y por qué tanto?‘ y ahí se para calladito Fernando Braun y le dice que si la U era campeón, mi siguiente contrato sería por el doble. Pude arreglar por mejores condiciones, tener el mejor contrato de mi vida en el fútbol y al año siguiente ser campeones de nuevo. Me pone inmensamente feliz por partida doble”, cerró Abarca.