El día 17 de marzo pero del año 2010, el país intentaba salir adelante tras el duro terremoto que afectó a gran parte del territorio nacional aquella madrugada del 27 de febrero con el 8,8° en la escala de Richter. Todo se trastocó, incluso un reagendamiento del fútbol chileno donde ya no sería un Campeonato de Apertura y otro de Clausura, si no un torneo único con un solo campeón.
Paralelamente, los equipos nacionales clasificados a la Copa Libertadores tenían que seguir compitiendo y como nunca, Universidad de Chile, Universidad Católica y Colo Colo eran los representantes de este lado del mundo.
La U, de la mano de Gerardo Pelusso arrancó bien el torneo nacional y la Copa, con un fútbol muy a la uruguaya y con mucho poder de gol, los azules protagonizaban por esos días. No obstante, ese 17M uno de sus valores máximos, comenzó a vivir un suceso familiar de suma importancia, el mismo día en que los azules vencieron por dos a uno a Flamengo en el Estadio Monumental, con este jugador en cancha.
El nacimiento de Santino
Walter Montillo era el crack de los leones por aquel entonces, pero el argentino aguardaba por otra preocupación. Su esposa Melina se aprestaba a dar a luz a segundo hijo (ya tenían a Valentín) y la situación no fue como se creía. A la emoción del nacimiento de un nuevo hijo, se convirtió en tristeza y preocupación.
El pequeño Santino nació con síndrome de Down, algo que el propio Walter tiempo después, comentó que se enteraron en el mismo momento, pero lejos la emergencia venía por otro lado. El pequeño a los pocos días de haber nacido tuvo que ser intervenido quirúrgicamente con dos cirugías al megacolon, una al corazón y otra de peritonitis.
Una situación dura para la familia y para él que perfectamente lo pudo haber desenfocado, pero Montillo lejos de sentirse derrotado, sacó fuerzas de flaqueza para seguir rindiendo a full y el hincha se lo hizo saber.
Fue tal el compromiso del jugador con la camiseta azul que el día viernes 26 de marzo nació un romance una mancomunión entre el futbolista y los colores de la U. En esos días, Santino seguía muy grave, de mucho cuidado y para quienes eran creyentes, se hacían cadenas de oración por su salud. Ese mismo día, la U enfrentó a Unión San Felipe y tras ir perdiendo por dos a cero, los de Pelusso lo dieron vuelta para ganarlo por cuatro a dos.
El último gol fue el de la Ardilla, gran jugada personal desde la mitad de la cancha entra cara a cara con el portero Luis Corvalán y ante su salida define de derecha al primer palo. Montillo se va a celebrar a la barra y se pone a llorar, como un desahogo por la pena que estaba viviendo. Juan Manuel Olivera lo sube en andas,todos sus compañeros y la fanaticada no celebraron un gol, si no fue una demostración que “no están solos, somos la U y la famlia azul se apoya“.
“Una semana complicada esperando que a mi hijo le puedan dar el alta. Debo seguir peleando, seguir trabajando, esto a mi me hace bien, a mi familia también. Ojalá que mi hijo pronto ya pueda estar en casa”, declaraba Walter tras el encuentro.
Pasaron los días y Santino afortunadamente fue estabilizándose, mejorando y fue dado de alta. Su padre, en cambio, nunca dejó de su usar abajo de la camiseta la polera que decía “Fuerza, Santino”, que lució tras anotar un golazo frente a Flamengo, ahora en Santa Laura.
Santino, un azul por el mundo
Luego, vino el pasar de los Montillo Lanazzo alrededor del mundo. Brasil y China, fueron algunos de los países en que Walter fue a mostrar su talento. Mientras el talentoso jugador siempre quiso volver a la U, paralelamente sus hijos siempre se dejaban ver con camiseta de la U puesta. El amor de Santino por los colores del bulla fueron desde un principio.
Así luego, volvió a Argentina para jugar en Tigre y siempre la interrogante ¿Vendrá a la U? hasta que eso sucedió en enero de 2020, Wlater Damián Montillo volvió a Universidad de Chile.
Luego vino el deseo de Walter que lastimosamente no pudo cumplir, ¿Cuál era? Entrar con Santino a la cancha del Estadio Nacional. El reglamento no lo permitía, por lo que el colmo de males era gigantesco.
Como si todo estuviese en contra, vino la pandemia del Covid 19 y cuando volvió el fútbol, era sin público en la tribuna, o sea tampoco se pudo producir. Hasta que llegó ese 13 de febrero de 2021, en el triunfo de la U por tres tantos a uno a Deportes Antofagasta, que se recuerda como el último partido del jugador en el profesionalismo y obviamente, en la U. Había que cumplir el sueño, Walter ingresó junto a su esposa, sus hijosValentín y la pqueñitaEmma y por cierto, Santi. El sueño estaba cumplido, no como se hubiese querido, pero se hizo.
Son 13 años que se cumplen hoy de Santino Montillo. Un niño, ahora un adolescente, que la peleó con apenas horas de nacido, pero sobre todo, ama a la U, ama los colores y lo convirtió en el representante infantil ícono del amor por la azul. ¡Feliz Cumple, Santino! apaga tu velita, que la mereces.