Nuevamente, Egan Bernal hizo una magnífica actuación en el Giro de Italia e hizo valer su condición de máximo favorito al ganar la etapa 16, la reina de la competencia, e hizo trizas la clasificación general y ya le sacó 2 minutos y 24 segundos a su más cercano perseguidor, Damiano Caruso.
Al líder del Team Ineos le bastó simplemente con cambiar de ritmo en el ascenso a la Cima Coppi para dejar tirados en el camino a quienes estaban en el pelotón de favoritos y alcanzar a los pocos pedalistas que quedaban en la fuga para ganar el puerto de montaña de categoría especial y luego ser el ganador en la meta.
Y fue allí donde Egan mostró una faceta, que ya había sido evidente en otras actuaciones, pero esta vez en un acto de inmensa superioridad frente a sus rivales, en vez de acelerar al fondo en los últimos metros de la etapa, decidió saborear su victoria y hacerlo de la mejor manera.
Bernal traía una chaqueta negra de su equipo para afrontar el frío durante la jornada, pero antes de llegar a la meta decidió desacelerar y quitársela en medio de su alegría, guardársela en la parte de atrás para así llegar vestido de rosa, levantar sus brazos y celebrar su triunfo.
Al final, muchos se preguntan si fue acto de sobradez contra sus otros rivales o simplemente un momento de desahogo por todo lo que ha vivido en los últimos meses a causa de una lesión de espalda que lo sacó de competencia durante casi un año.