Muy pocas veces se ha visto una situación en el fútbol como la que se vivió en el partido entre Junior y River Plate en el estadio Romelio Martínez. Mientras ambos equipos cumplían con su calendario de Copa Libertadores, a las afueras del escenario se presentaban graves problemas de orden público.
De hecho, el juego ni siquiera logró ser ajeno a la difícil situación que se vivían en las calles de Barranquillla. Autoridades intentaban dispersar a manifestantes con gases lacrimógenos y la brisa de la ciudad llevó los efectos de las explosiones hacia el campo de juego. Incluso el partido tuvo que detenerse algunos segundos porque los jugadores estaban afectados por el gas.
Esa solo fue una de las varias imágenes e incluso sonidos absurdos que quedaron registrados en la transmisión oficial del partido que realizó ESPN. En la previa, se realizó el tradicional minuto de silencio para rendir homenaje a la víctimas de Covid-19 y todas las personas que luchan a diario contra la pandemia. Allí quedó en evidencia el difícil momento de Colombia.
El silencio nunca reinó en el Romelio Martínez. Cuando el árbitro señaló el inicio del homenaje, múltiples estruendos fueron captados por los micrófonos en cancha que captan el sonido ambiente del partido. Las explosiones pertenecían a las bombas aturdidoras del Esmad que intentaban alejar a los manifestantes de la zona.
