Momento histórico para el deporte de Colombia. Ángel Barajas, un cucuteño de 17 años, alcanzó lo que muchos veían lejos y se convirtió en el primer compatriota en ganar una medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024. Apenas comenzando la segunda semana de competencias, Barajas salió y arrasó en la Bercy Arena. Realizó una extraordinaria ejecución, que le permitió el mismo puntaje que el medallista de oro japonés, Shinnosuke Oka. Por pequeños detalles se le fue el primer lugar a este talentoso gimnasta.
Es un grandioso resultado para Ángel Barajas y la gimnasia en Colombia, que se gana un lugar en el mapa del mundo y que es dominada por verdaderas potencias como China, Japón y Estados Unidos. El deportista cucuteño le habla muy fuerte a las potencias y ahora piensa en su futuro y en lo que puede ser una lucha por el oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, donde tendrá todos los elementos para nuevamente competir contra los mejores.
Lo obtenido en París 2024 es un resultado que muy pocos tenían en sus cuentas y solo fue posible gracias al sacrificio y talento de este gimnasta, que ve toda una carrera deportiva por delante. Tras la medalla de plata, Ángel Barajas habló con la prensa y dejó algunas palabras de aliento, de muchos agradecimientos para sus entrenadores, su familia, Cúcuta y todo Colombia. Además, expresó sus sentimientos al momento de realizar la rutina que lo dejó con el mismo puntaje del primer lugar.
Las palabras de Ángel Barajas tras la medalla de plata en París 2024
“Muchas gracias. Agradecerle a Dios. Hice lo humanamente posible, pero es voluntad de Él obtener esta medalla hoy. Logré hacer un buen trabajo, solo disfruté lo que pude hacer y gracias a Dios se dieron los resultados”.
“Pensé hacer otro elemento, pero estaba feliz porque tenía todo, aunque me demoré en salir. Muchas gracias por el apoyo a la distancia, se siente ese amor y cariño. Gracias por estar pendiente en todo momento”.
“Cada sacrificio va a valer la pena más adelante, ser obediente tarde o temprano dará los resultados por sí solos. El profe es como un papá (Jairo Ruiz). Queríamos hacer la rutina completa. Sabíamos que haciéndola completa el resultado se daba. Estamos felices. A Dios, no me puedo alejar de Él, a mi familia, a mi mamá, que hizo un sacrifico para venir. A todo Colombia, a las empresas que nos han patrocinado siempre”.