Andrés ‘Manga’ Escobar, jugador colombiano recordado por su paso en Deportivo Cali, Atlético Nacional, Millonarios, entre otros, tuvo que pasar por momentos complicados en Islandia, país donde terminó jugando en el Leiknir Reykjavíc y sufriendo temas personales tras estar envuelto en temas legales.
El delantero, que en meses anteriores se había declarado abandonado y pidió ayudas a su país luego de haber sido condenado a dos años y medio de prisión por violencia sexual contra una ciudadana islandesa. ‘Manga’ contó detalles y confesó que está tranquilo, pero que tuvo que pasar experiencias difíciles, según su relato, lo que hicieron con él fue “ilegal”, lo dejaron sin la posibilidad de trabajar.
“El caso en Islandia sigue abierto pero hubo un arreglo por los derechos humanos. Lo que hicieron conmigo fue ilegal. Me quitaron mi pasaporte y me dejaron para morirme en la calle, sin poder trabajar durante un año. Le pedía al gobierno que interviniera por mí en ese caso. Me tocó tomar decisiones. El proceso sigue pero Islandia no hace parte de la Unión Europea ni tengo problemas con la justicia en Colombia, eso me deja tranquilo”, contó el jugador a Deportes sin Tapujos.
También expresó que lo dejaron sin documentos: “llegó un momento en que me iba a morir porque fui a trabajar y me dejaron sin documentos, sin apartamento y sin poder hacerlo. Estaba con una mano adelante y otra atrás. Gracias a lo que he logrado en el fútbol pude mantenerme. No tenía nada que hacer y ellos me decían que me fuera pero no me iban a entregar el pasaporte. Era un tema complicado. Ni siquiera sé cómo salí”.
Además, sorprendió a todos asegurando que quiere volver a jugar con el ‘azucarero’, que lo haría hasta gratis: “en Deportivo Cali me dijeron que me preparara con ellos. Era algo que no esperaba y estoy agradecido con ellos. Hubo acercamientos. El presidente Luis Fernando Mena me habló de la situación del club y que no había dinero. Le dije que yo jugaba hasta gratis. Lo que necesito es jugar y ayudar al club. Tuvimos una reunión y quedamos pendientes de una llamada. No me han llamado, pero estoy agradecido por lo que me dijeron. El Cali es mi vida. Ellos me dieron mucho a mí. Estoy listo por si me necesitan si es hoy o más adelante”.