El amor tóxico hace sufrir. Así lo ha dicho hasta el cansancio la psicología, la cual ha puesto especial atención en dar a conocer las señales de alerta para reconocer cuando un amor no es sano.

Pero en el futbol, lamentablemente, no hay consejo que valga, el amor por los colores va más allá del bien y el mal, y solamente alguien que ame de verdad a su equipo entenderá lo que esto significa.

"En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol", Eduardo Galeano.

Es así que, sin duda alguna hay un amor que reúne todas las características para considerarse tóxico: el que se tiene por Cruz Azul.

Sus propios amantes lo reconocen y se lo hacen saber cada que pueden, cada que pierde, cada que pide paciencia, cada que hace de las suyas en la cancha o en las redes sociales.

Es más, hasta los ‘afectados’ parecen sentirse orgullosos de su amor tóxico, lo presumen, lo gritan a los cuatro vientos y le juran lealtad y la eternidad misma. Y es que todo, absolutamente todo, parce tener sentido en la vida cuando se porta orgulloso la camiseta de Cruz Azul. No importa nada más.

Estas son algunas de las señales que confirman que el amor a Cruz Azul sí es tóxico:

 

Irracional y poco realista: Este amor vive de la ilusión y de las expectativas irreales. ¿La prueba más clara? Este año es el bueno. Los aficionados de La Máquina llevan 22 años y medio esperando el título de Liga y lo van a seguir esperando.

Falsas ilusiones: Cada torneo presentan a sus refuerzos como auténticos cracks; el primo de Messi, el Neymar Peruano, el compatriota de Cristiano Ronaldo y así en una lista interminable, que generan ilusión en los fervientes y al final ni a la Liguilla califican.

Sólo ve por sus intereses: Claro está este punto. Lo que realmente importa en Cruz Azul es el dinero y el poder, sus directivos lo han dejado más que claro. Casos de corrupción, peleas internas, ridículos en televisión y mucho más. Estos señores no se cansan.

Manipulador: Si no vas al estadio a alentar es porque ya te bajaste del barco. Los que no están en las malas, que tampoco vengan en las buenas. Hasta los jugadores se han atrevido a reclamarle a por las críticas a los pobres aficionados que no hacen más que amar a este equipo a pesar de todas las adversidades. ¿Cómo les da la cara?

Se le perdona todo: Y bueno, si alguien sabe de perdón esa es la afición de Cruz Azul. Partidos perdidos en el último minuto, malos refuerzos, finales perdidas una todavía más dolorosa que la anterior, ridículos, burlas, lo han soportado todo, absolutamente todo y ahí siguen; cada torneo esperanzados que esta vez “sí va a cambiar”, que todo será diferente, y lo perdonan y vuelven a creer. Pero siempre vuelve a ser lo mismo.

Sufrimiento: Por todo lo anterior, el sufrimiento es inevitable e innegable. Para la psicología, la pregunta es simple: ¿Te hace sufrir este amor? Sí la respuesta es sí, entonces es un amor tóxico.