Hace tan solo una semana, Diego Godín regresó a Uruguay desde Italia, después de cumplir con sus 14 días de cuarentena preventiva, para volver a ponerse en aislamiento pero esta vez en su país, cerca de los suyos, hasta esperar el momento en que se reanuden las competiciones no solo en Europa sino alrededor del mundo. "Decidí volver sin haber sido positivo de COVID-19 y ahora me toca hacer la cuarentena preventiva acá en mi casa siendo responsable de la situación que atravesamos", había comunicado en Twitter.

 

Este jueves, en diálogo con ESPN, el defensor uruguayo dio muchos más detalles de lo que tanto a él como a todos los futbolistas les tocó vivir en Italia y lanzó una dura denuncia contra las autoridades de la Serie A: "Estuvimos expuestos hasta el último momento, continuaron dándonos cuerda para ver si era posible continuar jugando, hasta que la situación se volvió insostenible y hubo que parar", expresó con evidente molestia.

Además, detalló cómo vivieron aquellos días en que el coronavirus ya era una verdadera emenaza para el país y a ellos les tocaba seguir saliendo a la cancha: “Continuamos jugando durante varias semanas, seguimos entrenando, a puerta cerrada, hasta que se detectó el positivo de un jugador de la Juventus y todos estuvimos en cuarentena. Luego el campeonato se detuvo. Seguramente en ese partido habría otros jugadores infectados, es por eso que todos estuvimos en cuarentena".

Como el último rival de Juventus, donde se detectó el positivo, había sido precisamente Inter, su equipo, Godín aseguró que para ellos los controles fueron más rigurosos que para el común de la sociedad italiana: "Después de jugar contra ellos, creo fue un lunes o un domingo 7 u 8 de marzo, salió el positivo y nos dijeron que nos teníamos que quedar en cuarentena obligatoria en nuestros domicilios. Aunque en Italia estaba permitido salir a una persona de la familia a hacer la compra y demás, nos dijeron que nosotros no podíamos salir ni a tirar la basura. Si nos pillaban en la calle y nos multaban, podíamos comernos una multa grande, un problema".

Para el uruguayo, que dijo no saber cuándo se podrá volver a jugar, el parate exigirá necesariamente de la realización de una suerte de pretemporada antes de volver a la actividad, por todo el ritmo que se perderá más allá de los entrenamientos domésticos que puedan hacerse. "Son como unas vacaciones. La situación es complicada porque no se sabe cuándo podrá volver a abrirse un estadio para 60 mil o 70 mil personas. Volverémos a los entrenamientos, pero antes de competir necesitaremos de 20 o 25 días", concluyó.