Croacia sorprendió al mundo del fútbol en Rusia 2018 por su desempeño que le permitió llegar a la final ante Francia.

El equipo dirigido por Zlatko Dalic contó con una desventaja con respecto al campeón del mundo: llegó al séptimo partido con 22 jugadores disponibles en lugar de 23.

 

¿Qué ocurrió? Nikola Kalinic se negó a ingresar en los últimos minutos en el primer partido de la selección ante Nigeria. El entrenador lo mandó a casa y se dispuso a afrontar el resto del certamen sin una alternativa para el goleador Mario Mandzukic.

Pese a su conflictiva salida, el equipo tuvo un buen gesto con el delantero del Milan: decidieron enviarle una de las medallas de subcampeón que le entregaron a todos los miembros de la delegación croata.

 

Sin embargo, Kalinic volvió a hacer de las suyas. "Gracias por la medalla, pero yo ni siquiera jugué en Rusia", le dijo a Sportske Novosti, importante medio de su país. Ay, Nikola...