El 22 de febrero de 2020, en el MGM Grand Arena de Las Vegas, Tyson Fury derrotó por nocaut en el séptimo asalto a Deontay Wilder para arrebatarle el título mundial de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo. En el contrato que se firmó para aquella pelea, la segunda entre ambos tras una primera que finalizó con empate en las tarjetas, se había establecido una clásula que comprometía a ambos a realizar una trilogía fuera cual fuera el resultado.

Pareció que el tercer combate sucedería en diciembre del año pasado, pero el británico logró desembarazarse de su obligación exponiendo que los plazos para que el mismo se llevase a cabo habían vencido, en buena parte por el parón que impuso la pandemia de coronavirus. Confiado en que se saldría con la suya, comenzó a negociar un combate de unificación de títulos mundiales ante Anthony Joshua, dueño de los cinturones de la AMB, la OMB y la FIB.

Pero Wilder no estaba dispuesto a que se liberasen de él tan fácilmente. Protestó y recurrió a la justicia deportiva para recibir finalmente un fallo arbitral favorable que volvió a obligar a Fury a enfrentarlo, para lo que se ha establecido fecha para el 24 de julio en la T-Mobile Arena de Las Vegas.

Bob Arum, promotor de Top Rank que no quedó nada contento con lo sucedido, avisó que en la trilogía su peleador Tyson Fury noqueará a Deontay Wilder incluso antes de lo que lo hizo en su victoria anterior, para demostrar que el nuevo enfrentamiento entre ambos fue un sinsentido.

“Creo que hay solo un ganador posible y ese es Tyson Fury. Y creo que va a patear el trasero de Wilder más rápido que la última vez. Tyson ha pasado tanto tiempo en los Estados Unidos que ya lo aceptan comu un luchador estadounidense de Las Vegas. Y es el favorito de los fanáticos”, dijo a la prensa durante la cartelera que su promotora organizó este sábado para la pelea entre Shakur Stevenson yJeremiah Nakathila.