Si hay en México alguien que puede preciarse de ser un verdadero especialista de boxeo, aunque sean muchísimos más los que hablan por hablar, ese es Eduardo Lamazón, encargado de llevar las tarjetas en las transmisiones de Box Azteca, quien además ha tenido un pasado dirigencial en el CMB, organismo que preside Mauricio Sulaimán.

Lamazón sí cree que Saúl El Canelo Álvarez, que viene de derrotar por nocaut técnico en el octavo round a Billy Joe Saunders para sumar el tercero de los cuatro cinturones que lo convertirán en campeón indiscutible de las 168 libras, es una auténtica súperestrella del boxeo mundial.

Atento a que pese a ello son muchos los compatriotas que menosprecian sus conquistas, buscó encontrar una explicación a ese desprecio y la encontró remarcando que el multicampeón tapatío rompe con el molde de los boxeadores mexicanos típicos.

“Canelo no da guerras.Algunos en México esperan de un boxeador muchos golpes y algo de sangre en el ring. Ydesmadre y borracheras debajo , ironizó Eduardo Lamazón en twitter y fue imposible no pensar en la exitosa y apasionante carrera de Julio César Chávez , tantas veces víctima de los excesos e indiscutiblemente el más grande peleador en la historia del boxeo mexicano.

Pero está claro que Saúl Álvarez transita por otra senda y por eso mismo se encargó de decirle a la cara a El César que no le interesa ser mejor que él, porque es su ídolo, sino hacer su propia historia. Otro gesto que engrandece al tapatío, aunque muchos no hayan querido verlo.