Cruz Azul es todo un experto en fichar jugadores para el olvido. A lo largo de su historia, han desfilado un sinfín de futbolistas que no han cumplido con las exigencias que obliga la grandeza de la institución. Algunos de ellos han llegado presumiendo un gran cartel y otros tantos tan solo como promesas que nunca se cumplieron, pero en ambos casos, el desenlace fue el mismo.
Y es que lejos de darle prioridad a su cantera, La Máquina se ha especializado en buscar elementos que refuercen su plantel,temporada tras temporada, con el objetivo de conquistar una nueva estrella. Sin embargo, no ha tenido mucho éxito a la hora de elegir. Como prueba de esto, te presentamos una lista con los refuerzos que han pasado con más pena que gloria por Cruz Azul.
Achille Emaná
Uno de esos fichajes atípicos que de repente llegan a México. Con bastante experiencia en el futbol de Europa, se esperaba que pudiera dejar alguna cosecha en La Máquina, pero a Emaná se le recuerda más por su vida de noche y su extravagancia que por su aporte en el campo.
El camerunés fue el segundo refuerzo africano de Cruz Azul, pero el primero en tener actividad con el primer equipo, y aunque contaba con grandes cualidades físicas y sobrada experiencia internacional, nunca pudo afianzarse en el equipo. De esta manera, el mundialista en Sudáfrica 2010 solo disputó dos torneos en la Liga MX, en los que sumó 12 encuentros y un solo gol.
Emilio Hernández
Este es uno de los nombres que la mayoría de los aficionados ya ni se acuerda, pues es uno de esos tantos jugadores que llegan a México sin mucho cartel y se van tan rápido como llegaron. El aporte del Choro se resume a cero anotaciones en sus 16 partidos de la única campaña que disputó.
Después de brillar en la U de Chile, Hernández consiguió un contrato millonario para jugar en Cruz Azul, pero lamentablemente para él, así como llegó sin un destacado cartel que respaldara su arribo a La Noria, también se fue: con mucha más pena que gloria. El delantero chileno no logró anotar ni un solo gol durante los 15 encuentros que disputó con La Máquina. Paso fugaz.
Roque Santa Cruz
La directiva celeste pocas veces se arriesga a contratar jugadores de cartel mundial y Santa Cruz fue uno de esos últimos intentos. El paraguayo llegó con la etiqueta de estrella internacional debido a su paso por Europa y por ser el máximo goleador en la historia de su selección. El problema fue una constante que ha sufrido casi toda su carrera: las lesiones.
No fue la solución que esperaba la directiva, pues a pesar de ser la bomba del mercado de fichajes en la temporada 2015, los problemas físicos nunca lo dejaron en paz, pasando más tiempo recuperándose que viendo acción en el campo. Apenas jugó un torneo con cuatro tantos en diez cotejos y se despidió.
Bryan Angulo
Llegó en el verano del 2019, de la mano de Ricardo Peláez, para convertirse en un referente en ataque, pero nunca fue la primera opción y quedó relegado incluso detrás de Mauro Manotas. En su primera etapa con Cruz Azul disputó nueve partidos y no marco un solo gol, después se fue cedido a Tijuana.
Pero tendría su segunda oportunidad. Regresó a La Noria a comienzos de 2021 como alternativa para la delantera por la falta de fichajes, pero la historia volvería a repetirse: nunca pudo ganarse un lugar y terminó marchándose por la puerta de atrás. Y ya no habría tercera posibilidad.
Ronald Raldes
Considerado uno de los mejores jugadores de la historia de su país, el zaguero llegó a Cruz Azul procedente del Al-Hilal de Arabia Saudita, e incluso como capitán de la Selección de Bolivia, pero es otros de los nombres que terminaron aportando muy poco (o nada) al funcionamiento del equipo y la aficiónmuy probablemente ya no recuerda.
Raldes solo pudo disputar 2 partidos (solo uno de ellos como titular) con La Máquina. Fichó como cementero en 2009 y, después de esa nula actividad, se marchó tan solo 6 meses después al Maccabi Tel Aviv de Israel. Se retiró en 2019.
Maximiliano Biancucchi
Más conocido por ser el primo de Lionel Messi que por sus aptitudes futbolísticas. Biancucchi llegó a México con ese cartel y hasta la fecha se le más recuerda por su cercanía con el astro del fútbol mundial que por tener una actuación sobresaliente con La Máquina. Estaría solo dos campañas en el club.
El atacante, quien en su currículum registraba el paso por cinco equipos paraguayos y uno brasileño, arribó al equipo en el año 2010, pero rápidamente demostró que tener la misma sangre no significa tener las mismas habilidades: solo firmó la para nada brillante cantidad de tres goles en los 26 partidos de Liga MX que llegó a disputar. Suficiente para demostrar estar lejos de las expectativas.
Edcarlos Conçeiçao
El defensa central brasileño llegó como solución para la parte baja previo al Bicentenario 2010 luego de haber estado en el Benfica de Portugal, costando 900 mil euros. Conçeiçao llegaba al conjunto cementero con el fin de brindarle solidez desde su primera línea, sin embargo, ese torneo no fue uno de los mejores para La Máquina: recibió 20 goles en contra y apenas pudo sumar 25 unidades en el certamen.
En su etapa con el equipo participó en 16 encuentros, no pudo volverse ningún referente, así que acabando el torneo le dieron las gracias, tras haber logrado un gol y un autogol que dejó sin Liguilla a los celestes en la última fecha de la fase regular.
Alejandro Faurlín
El cartel que presentaba a la hora de su llegada al club era por demás atractivo: River Plate en Argentina y con experiencia en las tres Ligas de mayor nivel en el mundo, Italia, España e Inglaterra. Todo hacía prever que la estadía de Faurlín en Cruz Azul sería positiva…
Pero desafortunadamente tuvo el mismo desenlace que muchos de esta listado. Tan solo disputó dos partidos del Apertura 2017 en la Liga MX y dos más de Copa y se marchó inadvertido de regreso al futbol español. Sumó 12 minutos en el Apertura 2017: 11 en la Jornada 10 frente a los Gallos del Querétaro y uno más contra la Fiera del León.
Carlos Lizarazo
Pocos recordarán su nombre, y si lo hacen es debido a su inexplicable paso en Cruz Azul, ya que el mediocampista colombiano arribó a La Noria lesionado y así se marchó, por lo que no logró sumar ni un solo minuto en la Liga MX y tan solo disputó tres encuentros con el equipo Sub 20.
Está claro, hay refuerzos que ni siquiera pudieron desempeñarse en el terreno de juego y únicamente cobraron por ser parte de la plantilla, tal como sucedió con el colombiano. Llegó lesionado al fútbol mexicano para el Clausura 2015 sin poder recuperarse jamás, así que no disputó ni un solo compromiso, partiendo sin haber sudado la camiseta.
Roberto Ovelar
Ante las lesiones de Marcelo Carrusca, la directiva celeste pensó en un centrodelantero que ayudara en la cosecha de goles. El portento físico que mostró Ovelar ante las cámaras en su presentación decepcionó al poco tiempo de su llegada. Su estadía se resume fácil: apenas disputó cinco compromisos con la playera de La Máquina y anotó un tanto en los seis meses que estuvo en la institución.
El problema es que el delantero paraguayo llegó a destiempo, sin pretemporada y escasas oportunidades. Además, su gris desempeño se vio opacado por las constantes lesiones que sufrió en su estancia en México. Su decepcionante paso por Cruz Azul se olvidó al poco tiempo de su salida.
Alemao
José Carlos Toffolo, espigado delantero que se formó en las fuerzas básicas del Santos de Brasil y logró debutar en enero de 2008. Después de un breve paso por el fútbol italiano, la directiva de Cruz Azul sorprendió con la presentación del entonces delantero como flamante refuerzo para el Clausura 2015.
Alemao logró sobresalir más por su carisma fuera de la cancha que, por su talento dentro de ella, pues pese a que logró ganarse el cariño de la afición, no logró convencer con sus actuaciones y tras un solo torneo como jugador cementero tuvo que partir. El atacante brasileño participó en apenas 14 partidos de aquel Torneo Clausura, en los que firmó tres anotaciones. Pese a que su aventura fue corta, Alemao Junior se enamoró del club y se volvió un gran aficionado de La Máquina.
Fernando Belluschi
Belluschifue uno de esos futbolistas argentinos que ilusionaron con su llegada, pues en su currículum figuraban equipos de la talla de River Plate y el Porto de Portugal, donde fue figura al lado de Radamel Falcao. Claro que, muchas veces, de la expectativa a la realidad, hay un trecho enorme.
Llama la atención porque antes y después de este paso, la carrera del mediocampista fue muy positiva. No obstante, el recuerdo más significativo que Fernando dejó en Cruz Azul es un penal fallado ante el Atlas. El desenlace estaba más que claro: después de un torneo se fue del equipo, con apenas ocho partidos disputados.
Víctor Vázquez
El del mediocampista español es otro de los fichajes que llegaron como toda una bomba a Cruz Azul, pues su formación en La Masía lo respaldaba. Como suele suceder ante estos casos, había quienes hasta aseguraban que destacaba más que Lionel Messi, pero por extrañas situaciones no logró debutar en el primer equipo del FC Barcelona, pero síen La Máquina.
Como les ha pasado a varios, nunca logró adaptarse al futbol mexicano y con más pena que gloria se fue al Toronto de Canadá, luego de haber formado parte de dos torneos y con solo 19 partidos disputados en la Liga MX y tres más en Copa. Un solo gol registró en su cuenta.
Alex Aguinaga
Tras haber brillado con Necaxa y su selección, el ecuatoriano se sumó a las filas celestes para el Apertura 2003. Pero, más allá de la ilusión de verlo repetir ese rendimiento, estuvo totalmente lejos del nivel que se le conocía, tanto que pocos recuerdan su paso por La Noria.
Alex es considerado uno de los mejores futbolistas extranjeros que ha jugado en la Liga MX a lo largo de la historia y logró fichar con un coloso como lo es Cruz Azul de una manera circunstancial, al pedirle un favor a Enrique Meza. Pero su paso por el equipo cementero apenas duró una temporada. Sumó 14 partidos, 500 minutos y ningún gol. Su salida era inminente. Sí, Aguinaga fue celeste.
Carlos Peña
El mediocampista regresaría al futbol mexicano, luego de su aventura de seis meses en el Rangers de Escocia y donde había coincidido con Pedro Caixinha. El portugués lo eligió, una de las promesas futbolísticas mexicanas por esos tiempos, que venía de ser bicampeón con León y formar parte de la plantilla mundialista en Brasil 2014, con el objetivo de reconstruir el proyecto celeste. Pero no logró brillar con Cruz Azul, estando lejos de su mejor versión.
El Gullit Peña no pudo corresponder a la confianza del técnico y al final de cuentas, tras diez juegos sin goles o asistencias, terminó saliendo de la institución por sus problemas de alcoholismo, lo que fue el inicio de su debacle en el fútbol.
Joffre Guerrón
Al atacante ecuatoriano se lo vendieron a la afición de Cruz Azul como el mejor jugador de la Copa Libertadores 2015, tras haber sido parte del plantel de Tigres que disputó la Final ante River Plate, y además llegó como Campeón de la Liga MX con los felinos. Pero no logró cumplir las expectativas y, tras 24 partidos disputados en dos torneos de la Liga y solo un gol, se fue a Pumas.
En una entrevista, Guerrón admitió: “Mi deseo era jugar en Tigres, acabar mi carrera en ese lugar, estaba muy a gusto en la Sultana del Norte y con la afición. Fue un golpe muy fuerte cuando me llegó la noticia de irme a la Ciudad de México, me dolió mucho. Es una pregunta que me he hecho mil veces. La gente de Cruz Azul convenció a la gente de Tigres en comprar mis derechos deportivos, no pude hacer nada”.
Martín Cauteruccio
El delantero uruguayo fue otra de las grandes desilusiones por lo que no pudo llegar a hacer en el equipo, pues la afición cementera puso en él todas las esperanzas de gol, en un el goleador de sus kilates que hacía mucho tiempo La Máquina no lograba encontrar. Es que Cauteruccio llegaba como goleador de la Liga Argentina, vistiendo los colores de San Lorenzo.
Sin embargo, en Cruz Azul no logró retomar ese nivel matador a pesar de mantenerse en el equipodurante seis torneos, etapa que no le alcanzó para afianzarse como titular. En los 73 partidos de Liga que disputó, tan solo firmó 11 goles, por lo que, tras no entrar en planes de Robert Dante Siboldi, decidió retornar a su país.
Federico Carrizo
El Pachi ha sido uno de los pocos jugadores que han llegado a La Máquina directamente desde del futbol argentino, sobre todo desde uno de los equipos más importantes del país sudamericano: Boca Juniors… pero no muy tarde se descubrió por qué.
Y es que su cuota goleadora con los Xeneizes fue tan baja, que terminó siendo cedido a préstamo al conjunto cementero, donde muy lejos de adaptarse y repuntar, tampoco fue solución. Carrizo tan solo permaneció un torneo en La Noria y emigró a Paraguay, tras sumar siete encuentros (cuatro de Liga, tres de Copa) y ni un solo gol. Alcanzó a brindar una asistencia en ese medio año y antes de su regreso al futbol sudamericano.
Maranhao
Antes de iniciar a jugar con el club se hizo conocido por sus famosas lesiones hechas por sí solo cuando intentaba gambetear a los rivales. El extremo izquierdo Francinilson Meirelles participó en 30 partidos de la Liga MX, 6 cotejos de la Copa MX y solo marcó un gol, el cual consiguió en la Copa Libertadores de América ante Nacional de Montevideo. Con la 18 en su espalda, ilusionaba en sociedad con Emanuel Tito Villa y Christian Giménez, pero esto apenas fue un espejismo.
Alberto Quintano, director deportivo de aquellos años, habría decidido contratarlo tras observar una serie de videos del jugador en Youtube a cambio de 1.2 millones de dólares, los cuales lastimosamente no valieron la pena. Un paso más que olvidable que solo sirve para la anécdota.
Stephen Eustaquio
Una de las más más actuales decepciones en Cruz Azul fue el mediocampista luso, pues se tenían amplias expectativas de él como futbolista europeo, a pesar de que entre los equipos de su país que había militado no se encontraba ninguno de renombre.
El mediocampista llegó a Cruz Azul de la mano de Pedro Caixinha en enero del 2019 a cambio de 3.5 millones de euros. A pesar de ello, en La Máquina apenas logró disputar 2 partidos porque sufrió una grave lesión: una rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda que lo dejó sin actividad durante ocho meses, por lo que un año después regresó a Portugal. A partir de allí, Eustaquio volvió a recuperar su nivel y se volvió figura del Porto.