Las redes sociales se han convertido en un escenario de desfogue violento por cualquier motivo y por cualquier cosa. El anonimato y la facilidad de ofensa permiten que prolifere el número de usuarios agresivos. La palabra escrita es un arma intangible que parece inocente para quien la usa, pero lastima más de lo impensable a quien las recibe. Desafortunadamente, y de manera alarmante, el futbol femenil mexicano es nicho de esta violencia a través de ataques frecuentes hacia las jugadoras e incluso contra aficionadas.
Blanca Félix ha sido víctima de insultos por su apariencia física. Stephany Mayor, Bianca Sierra, Alondra González, Janelly Farias, Rebeca Bernal, entre otras más, son juzgadas con improperios por su preferencia sexual. A Jana Gutiérrez la atacan por entretenerse como tiktoker. Futbolistas como Deneva Cagigas padecen de acoso. Eso no para ahí. Los agresorestambién han amenazado de muerte a jugadoras como Nailea Vidrio, así como a seguidoras de distintos equipos con advertencias alusivas a feminicidios y violaciones.
Ante la presión de esos ataques, algunas futbolistas han publicado comunicados en sus cuentas oficiales para posicionarse al respecto. Otras optaron por denunciar públicamente la situación que les aqueja, o en su defecto expresaron su sentir por las agresiones que recibieron. ¿Cómo manejar esas situaciones? ¿Qué se necesita para proteger a las futbolistas en el plano emocional y psicológico además de su integridad física?
“Los clubes tienen que asumir una responsabilidad enseñando a las jugadoras para actuar frente a este tipo de violencia identificando cuentas, seguir los protocolos de denuncia en las plataformas u otras instancias de ser necesario, qué hacer ante una amenaza grave detectada. Me parece que la liga y los clubes deben establecer un protocolo común para que las futbolistas sean capacitadas en este tema”, comenta Naim Gallegos, creadora de la plataforma Futbolera.
Y es que su salud mental también puede verse perjudicada. Por temor a una agresión de mayor dimensión corren el riesgo de afectar su desempeño y sufrir en su vida privada por incertidumbre. Un miedo atendible para todas las partes radica en la posibilidad de que la violencia escrita (comentarios/mensajes en Twitter o Instagram principalmente) sea llevada al plano físico.
¿Por qué el auge de tanta violencia hacia el futbol femenil? Desde su profesionalización en 2017 hasta la fecha, la Liga MX Femenil recibe frecuentes críticas de corte machista y misógino bajo la premisa de que el futbol no es para mujeres. El peligro está en que aumentan esas expresiones complementadas con discursos de argumentos delictivos o criminales.
“Es un reflejo de la sociedad. Vivimos una crisis de ciudadanía, de gobernanza y de fenómenos sociales arraigados que se reflejan en las redes sociales. Algo que sucede en estos momentos es que pertenecemos a una generación que ha tenido que deconstruirse y construirse constantemente. Hay una nueva audiencia que llega queriendo emplear los códigos del futbol varonil en el femenil y no tiene conciencia de que hay cosas que no deben ser normalizadas”, matiza Naim.
En el marco de ese contexto también se involucran los medios de comunicación, encargados de transmitir el mensaje. Una palabra, una frase o una reacción pueden marcar la diferencia para erradicar o alentar la violencia. Por otra parte, el tratamiento informativo que se le brinda a las coberturas implica conocimiento, sentido común y tacto con plena consideración del entorno social, que en este caso se asocia al peligro que viven las mujeres día con día en México.
“Como medios tenemos que ser responsables con la manera de conducir la narrativa. Si vamos a criticar a una futbolista por lo que hace, primero debemos entender que es una persona y que hay líneas que no podemos cruzar. Una opinión nuestra puede llegar a impactar de manera negativa. Si nosotros como medios no trabajamos en la forma de comunicar, difícilmente vamos a poder trabajar en conjunto con liga, equipos y futbolistas”, concluye Naim.
A diferencia de los medios tradicionales o grandes nombres del periodismo deportivo, los medios independientes se dieron a la tarea de reconstruir el lenguaje futbolero en su propósito e interés por cubrir el futbol femenil. Uno de esos medios es Futbolera. A través de pódcasts, textos e interacción busca aproximar el acontecer de lo que sucede en las canchas y lo que concierne a ellas sin necesidad de distorsionar lo deportivo como un simple espectáculo que se presta como un escaparate de la violencia que nos aqueja.