“Yo ya había tomado una decisión después de conocer una parte que tiene el futbol que no es muy agradable. Decidí dejar de jugar. Estuve sin club y de estar acostumbrado a entrenar siempre con compañeros, a tener que entrenar con la luz de mis autos, solo”. La frase corresponde a Oscar Ustari, portero de 36 años que acaba de consagrarse campeón de la Liga MX con Pachuca.
Aquella vez, en diálogo con TUDN, Oscar Ustari reconoció que volvió al futbol porque le prometió a su hijo ingresar juntos a un campo de juego. Lo hizo en el humilde Liverpool de Uruguay, gracias a Paulo Pezzolano, quien luego lo llevó al Pachuca. Allí obtuvo su primer título a nivel de clubes siendo protagonista; antes, había ganado una Copa Argentina con Boca Juniors, donde mayoritariamente era suplente.
La carrera de Oscar Ustari presento muchos momentos difíciles. Aunque todo comenzó de la mejor manera. De muy joven fue campeón Mundial Sub-20 y luego convocado a Alemania 2006. Incluso, obtuvo medalla de Oro en Beijing 2008. Aunque allí empezaron las pesadillas: llegó la primera rotura de ligamentos cruzados, la cual lo mantuvo 196 días alejado de las canchas durante su paso por Getafe.
Una fractura de mandíbula, otra rotura de ligamentos cruzados y una fractura de brazo también incluyen el historial de lesiones de Oscar Ustari. Aunque la más impactante, quizás, llegó más tarde, en 2017, cuando con la camiseta de Atlas, padeció una rotura del tendón rotuliano. Aquellas imagenes dieron la vuelta al mundo por la gravedad de la lesión, pero Ustari no bajó los brazos.
Capitán del Pachuca campeón
Ya con 36 años y muy probablemente en la recta final de su carrera, Oscar Ustari acaba de darse un gran lujo. El argentino fue el capitán del Pachuca campeón en el Apertura 2022, bajo la conducción de Guillermo Almada. Fue importante en más de una ocasión, como por ejemplo con sus penales atajados en Semifinales y Final. No sólo padeció momentos difíciles que lo llevaron a pensar en el retiro. También sufrió la decepción deportiva al perder la última final de Liga MX, ante Atlas, equipo con el que sufrió su última gran lesión. Pero el futbol da revanchas y hoy, Ustari debe estar orgulloso de aquella decisión que tomó en su momento: volver a las canchas para cumplir con la promesa a su hijo.