La NBA continúa consolidando su perfil como una de las ligas más innovadoras del mundo del deporte, dando un paso decisivo hacia la integración total de la tecnología en su dinámica de competencia. En una disciplina donde las decisiones milimétricas pueden definir campeonatos, la introducción del arbitraje automatizado con inteligencia artificial representa una revolución tan silenciosa como profunda.
Cómo funcionará el nuevo sistema implementado por la NBA
El nuevo sistema, que se estrenará en la nueva temporada, combina una red de sensores , cámaras y algoritmos avanzados capaces de detectar movimientos y contactos con un nivel de detalle imposible para el ojo humano. Su propósito es resolver en tiempo real las jugadas polémicas, ofreciendo resultados basados en datos verificables. La liga lo presenta como una herramienta que colabora con los árbitros sin sustituirlos, potenciando así la imparcialidad y eficiencia de las decisiones dentro de la duela.
Un caso reciente mostró con claridad su efectividad. Durante un partido entre los Los Angeles Lakers y los Indiana Pacers, una jugada de LeBron James en los segundos finales generó dudas sobre una posible infracción ofensiva. Sin embargo, tras una revisión conjunta entre el cuerpo arbitral y el sistema automatizado, se confirmó la validez del punto que selló la victoria angelina. La inteligencia artificial determinó que James no incurrió en interferencia ofensiva, dejando sin espacio para la controversia.
El vicepresidente ejecutivo de estrategia y análisis de baloncesto de la NBA, Evan Wasch, destacó que la tecnología incrementa la precisión en jugadas objetivas y libera a los árbitros para concentrarse en decisiones que requieren criterio humano. Según explicó, el sistema utiliza inteligencia artificial y aprendizaje automático para rastrear elementos como el balón, los dedos, los pies y la cabeza de los jugadores con un nivel de detalle asombroso.
“Lo que hacemos es rastrear múltiples objetos en el espacio con una precisión increíble”, señaló Wasch, subrayando el potencial del sistema para reconstruir cada acción con fidelidad total.
El impacto del arbitraje automatizado ya se refleja en el manejo de jugadas de alta complejidad, como las que ocurren en las líneas laterales o de fondo, donde resulta crucial determinar quién tocó el balón por última vez. Para la NBA, esta inversión tecnológica no solo garantiza un baloncesto más justo y transparente, sino que también refuerza la confianza de jugadores, entrenadores y aficionados en la veracidad de los resultados, consolidando así una nueva era donde la inteligencia artificial se convierte en aliada del deporte.
