El pasado jueves 7 de octubre, México recibió a Canadá en la cancha del Estadio Azteca como parte de las eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022; sin embargo, antes del silbatazo inicial, se libró otro partido en la explanada del inmueble, uno que tuvo que ver con la reventa y agentes encubiertos en busca de irregularidades.
Los hechos sucedidos el pasado domingo en los cuales un individuo ingresó al Coloso de Santa Úrsula con una pistola y posteriormente se grabó con ella en la zona de palcos, encendió las alarmas con respecto a la seguridad del estadio, así como a la facilidad con la que la gente puede tener acceso a estos lugares sin que haya una revisión minuciosa.
OPERATIVO FORTALECIDO PARA EL MÉXICO vs CANADÁ
A raíz de esto, el operativo previoal encuentro tuvo presencia de varios cuerpos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana; sin embargo, también hubo agentes que, según los revendedores, no portaban uniforme y llegaron a las inmediaciones del estadio en autos sin placas ni distintivos policiales que los identificaran. Ellos rondaron por toda la explanada con especial atención a los mencionados revendedores.
Después de las primeras detenciones, numerosos miembros de la reventa se agruparon en la explanada para discutir sobre lo sucedido, toda vez que argumentaron que habían sido violentados y despojados de sus pertenencias durante las detenciones, por lo que estaban dispuestos a hacer frente en caso de que las agresiones siguieran.
En ese sentido, fuentes aseguraron a Bolavip México que los agentes encubiertos en el Estadio Azteca, se trataban de miembros del Grupo Borüs, una célula de policía elite, el cual presuntamente opera a las órdenesdel Secretario Capitalino de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch.
Cabe mencionar que anteriormente, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, negó que este grupo todavía existiera, a pesar de que se reportaron casos documentados de la forma en la que seguían en operaciones durante los meses de abril y mayo de este mismo año. Por el contrario, defendió el uso de células de inteligencia en la policía capitalina.
LA DENUNCIA DE LOS REVENDEDORES
Respecto a lo sucedido, uno de los revendedores manifestó a este medio que:
“si me detienen está bien, sirve que se me quita lo pendejo a la hora de vender, pero lo que no se vale es que una vez detenidos, nos roben nuestros celulares, nuestro dinero y aparte nos golpeen. Si me llevan, yo solito me puedo subir a la patrulla”.
Los revendedores ya han tenido encontronazos previos con estos agentes en diferentes escenarios de la capital, no solamente recintos deportivos, ya que aseguraron que antes habían tenido confrontaciones en sitios como el Foro Sol, en donde también afirmaron haber sufrido abusos por parte de este grupo.
“Ellos no están en ninguna nómina ni pertenecen a ningún departamento de la policía. Si uno de ellos te detiene, primero te pega, te roba tus pertenencias, te presenta ante el Ministerio Público, pero él no queda registrado como el agente que te detuvo, el hecho se lo asignan a cualquier otro policía porque es como si ellos no existieran. Ellos te pueden pegar y no pasa nada, pero si tú te defiendes y les pegas, entonces sí hay problema”, señaló otro revendedor.
Pese a lo tensa de la situación, las detenciones y a sabiendas de las consecuencias que podían venir, los revendedores siguieron con sus actividades para tratar de terminar de vender los boletos que aún tenían en su poder. A los detenidos, los presentaron en el Ministerio Público móvil para posteriormente trasladarlos y que continuaran su proceso.
De tal forma, quedan los testimonios de que el llamado Grupo Borüs sigue en operaciones en la Ciudad de México, que se intentó tener una mayor presencia en el operativo de seguridad, pero que por momentos,se excedieronen el uso de la fuerza para presentar a los revendedores detenidos ante las autoridades.
