Cuando se encienden las luces el público ve glamour, show y espectacularidad, pero detrás del duro mundo del tenis hay secretos que no todos conocen. Dominic Thiem abrió la puerta para ventilar algunas cuestiones que pusieron al deporte en el punto de mira. ¿No hay oportunidades para todos? ¿Sálvese quien pueda?

El austríaco de 33 años, retirado a causa de múltiples lesiones que lo obligaron a tomar un nuevo rumbo en su vida, sabe muy bien lo que es estar en la cima de la competencia, allí donde llegan solamente unos pocos. Pero también, conoce el proceso que hay que atravesar cuando no se tiene nada y los ingresos escasean. Por ese motivo, reveló un detrás de escena pocas veces puesto sobre la mesa.

Dominic Thiem: sin piedad contra el tenis

Lo que afirmó Thiem es que, básicamente, sin dinero no se llega a ningún lado. Dominic fue muy duro al afirmar que quienes ocupan los primeros puestos del ranking ATP son los privilegiados de poder obtener fortunas por competir, mientras que el resto termina perdiendo casi todo lo que gana en gastos, ya sea de entrenamiento, equipo o impuestos.

Thiem alcanzó la gloria en el 2020, cuando conquistó el US Open. Además, fue número 3 del mundo, lo que sirvió para reflejar la enorme calidad que presentaba cada vez que aparecía en escena, la misma que se terminó esfumando luego de que su cuerpo ya no le respondiera más como esperaba.

Dominc Thiem habló en el podcast Jot Down Sport y afirmó: “El tenis es un deporte para ricos, y eso se nota desde muy pequeño. El entrenamiento, por ejemplo, es carísimo. Puedo decirte que entre los 13 y los 18 años, hay que pagar entre 80.000 y 100.000 euros al año, casi un millón de euros en total, una cantidad que nadie puede permitirse”.

Dominic Thiem fue campeón del US Open en la edición del 2020. (GETTY IMAGES)

Además, agregó: “Tenemos en la academia a un joven de 17 años muy talentoso que compitió en la categoría junior del US Open. Viaja como un profesional durante 35 semanas al año, pero no recibe ninguna ayuda, así que durante ese tiempo solamente gasta“.

Cuando empecé a ascender en el ranking, no me interesaba el dinero ni entender cómo funcionaba, solo quería tener estabilidad a nivel financiero durante toda mi carrera. La primera ronda de Wimbledon te da 65.000 libras, pero pierdes más del 60%. Primero tienes que deducir los impuestos del país donde juegas, que se descuentan del premio en metálico, luego los impuestos de tu propio país y, por último, los gastos relacionados con tu equipo”, afirmó el ex número 3 del mundo.

“Cuando estás entre los tres o cinco primeros, obtienes ganancias significativas y recibes excelentes ofertas, pero si bajas en el ranking, puedes sufrir pérdidas financieras considerables. Los contratos de patrocinio ofrecen una cantidad anual fija más bonificaciones, pero si bajas en la clasificación o te lesionas, estas cantidades se reducen considerablemente“, completó Thiem.