Sergio Pérez tuvo un muy auspicioso inicio de temporada finalizando en la segunda posición en el Gran Premio de Baréin. Claro que si se tiene en cuenta que el mexicano volvió a dejar planteado el objetivo de pelear por el título, otra vez le tocó quedar a la sombra de Max Verstappen, su compañero de equipo pero también su bestia negra.

Si bien Checo pudo recuperarse de una mala largada y volver a superar a Charles Leclerc, quien lo había aventajado en esa partida, se quedó demasiado lejos de siquiera poder ilusionarse con disputarle al neerlandés el primer lugar; posición que solo tuvo tras los primeros ingresos a boxes.

"La salida me dejó fuera de la lucha por la carrera", expresó el mexicano en tono autocrítico. Y agregó: "Se trataba de minimizar los daños, terminar segundo era lo mejor que podía hacer. Pero en cada sesión siento que estoy cada vez más cerca de Max".

Por parte de Red Bull, quedaron muy conformes de haber comenzado el año logrando un 1-2, aunque quisieron ser cautos a la hora de sacar conclusiones. "Ha sido un fin de semana increíble. Los pilotos han estado fantásticos. Fuimos capaces de hacer que el neumático blando trabajara para nosotros, el deg parecía menor que los otros, lo que te da opciones. Checo perdió en la salida, tenía trabajo que hacer con Charles, pero la estrategia funcionó bien allí y consiguió el adelantamiento", comenzó diciendo Christian Horner en diálogo con Sky Sports.

Pero avisó: "Todo puede cambiar muy rápidamente. Fíjate en el año pasado, Mercedes venía de muy atrás y tenía un coche ganador al final del año. Ferrari ha tenido mala suerte hoy. Sólo hemos estado en una pista, así que reservémonos el juicio".