La polémica no deja de sumar nuevos capítulos, y es que desde la confesión del mariscal de campo Aaron Rodgers de que no se vacunó contra el Coronavirus, sino que usó una terapia alternativa para "engañar" a la National Football League (NFL) y así poder jugar con Green Bay Packers, sigue entregando detalles sabrosos.

Luego que en conversación con el podcast de Pat McAfee, el veterano jugador de 37 años señalara que "soy alérgico a uno de los ingredientes que contienen las vacunas por Moderna y Pfizer, y en los sitios del CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) dicen que aquellos individuos alérgicos no deben vacunarse", se quiso ir más allá.

Entonces, se le consultó directamente a Rodgers cuál fue el tratamiento que se realizó para quedar "inmunizado", quien respondió que "busqué un tratamiento de inmunización a largo plazo para protegerme y estoy orgulloso de mi investigación", agregando que "hice una investigación profunda durante la temporada baja sobre las vacunas. Invertí más tiempo de estudio que lo que realicé para Jeopardy! o para los partidos semana a semana".

El medicamento de Rodgers para "inmunizarse"
 

Así las cosas, se descubrió que durante su ausencia de los emparrillados, el quarterback se realizó un tratamiento de ivermectina, además de ingerir anticuerpos monoclonales, zinc, vitamina C y D e hidroxicloroquina, medicamento "recomendado" por el ex Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para combatir al COVID-19.

El problema con esta fórmula probada por Rodgers es que esta medicina no es recomendada para su uso contra el Coronavirus por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), pues su uso está autorizado para el tratamiento de infecciones causadas por algunos gusanos parásitos y piojos de la cabeza, así como en afecciones de la piel como la rosácea.

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