Seguramente esta no es la manera en la que le gustaría dejar de jugar al fútbol americano de manera profesional a Tom Brady. Pero por ahora, su último partido es la derrota que sufrió con Tampa Bay Buccaneers ante Dallas Cowboys en los NFL Playoffs 2023.

Los equipos se enfrentaron el lunes por la noche por la ronda de comodines de la NFC. 31 a 14 fue la contundente victoria de Dallas. Brady, por su parte, jugó un flojo encuentro y ahora su futuro es una verdadera incógnita.

Con el sueño de llegar y ganar el Super Bowl LVII terminado, al mejor mariscal de campo de todos los tiempos se le terminó una tendencia que sostuvo a lo largo de los últimos 10 años, comenzando en 2013 cuando Tom y sus New England Patriots quedaron a un juego de la final.

Al año siguiente, en la temporada 2014, consiguió su cuarto anillo. Para 2015, los Pats volvieron a caer ante los Denver Broncos de Peyton Manning. Una vez más ganaron todo en 2016, pero cayeron en el Super Bowl LII de 2017 ante Philadelphia Eagles. La tendencia es clara, ¿no?

La tendencia que Dallas le arruinó a Brady

En 2018, Brady ganó el Super Bowl. En 2019 pasó su última campaña como Patriot y perdió en primera ronda de la postemporada. Para su primer año como Buccaneer en 2020, el GOAT consiguió su octavo anillo. La tendencia continuó al no llegar al partido soñado la temporada pasada, pero los Cowboys la rompieron en la actual, al no permitir que Brady levante el Trofeo Vince Lombardi por novena vez.