Diego Fernando Latorre fue el invitado de esta semana a Clank!, el ciclo de entrevistas que conduce Juan Pablo Varsky, y en una extensa charla hizo un repaso por su carrera que mutó de jugador estrella a uno de los analistas de fútbol más reconocidos de la actualidad.

El cambio de Latorre de futbolista a periodista

Después de haber sido goleador durante años en el fútbol argentino, Latorre se mudó a México pero allí no pudo brillar por sus constantes lesiones. “El retiro fue un proceso, muchos desgarros en el último año, algo infrecuente, yo no tenía muchas lesiones. Y en el último año me descubrieron una atrofia en el musculo que se llama bíceps crural“.

Me dijeron que para recuperar el músculo eran 6 meses y yo dije ‘chau, se terminó’. No me sentía bien y la lesión ya se me había metido en la cabeza“, recordó. Pasó tanto tiempo de aquella decisión que curiosamente hay una generación que lo escucha todos los días y que desconoce su pasado.

Los amigos de mi hijo no sabían que jugaba a fútbol, eso me sucede. Sobre todo con gente que no está tan apegada al fútbol y no sabe de historia”, comentó entre risas Gambeta, quien supo brillar en Boca, Racing y en Europa durante las décadas del 80 y 90, pero que hace años se ha transformado en una de las voces autorizadas de ESPN.

Ese camino no fue fácil y comenzó casi de casualidad, después de que Fernando Niembro lo invitara a participar en varias ocasiones de su programa de televisión El Equipo de Primera. Sus interacciones en aquel ciclo que nucleaba a las figuras del fútbol local hizo que años más tarde lo llamaran para sumarse a Fox Sports.

“Al principio no fue fácil, sufrí muchos obstáculos de adentro. Algunos comentaristas, periodistas no me querían cuando yo iba avanzando y me lo hicieron saber, generalmente de espaldas“, recordó Latorre. “Me hacían sentir que yo venía de otro lado y cuando fui ganando terreno siempre alguien siente que se lo sacaron, no que lo perdió”.

En ese contexto, se tomó el trabajo lo más serio posible y en su búsqueda por perfeccionarse incursionó en un universo totalmente nuevo para él: “Contraté una profesora de filosofía durante 3 años. Había hablado con gente del medio y Niembro me dijo que no estudie periodismo porque yo ya estaba ejerciendo, que estudie filosofía par abrir la cabecea. Yo se le recomiendo a los chicos y esto no significa hablar difícil, sino para desarrollar diferentes puntos de vista sobre una misma acción”.

Sobre esto, aprovechó para referirse a quienes lo critican por los términos que usa para conceptualizar sus análisis: “Ahora te tildan de filósofo como algo despectivo porque al jugador de fútbol se lo ha juzgado tanto de ignorante por venir de un estrato social bajo que cuando uno hila tres palabras lo tildan de filósofo“.

Del country a La Bombonera

Los inicios de Latorre en el fútbol no fueron convencionales. Gambetita fue “descubierto” por Mario Zanabria cuando jugaba en el equipo de Mapuches, un barrio alejado de la Ciudad de Buenos Aires que si bien no era técnicamente un country, sí se lo tildaba como tal.

Cuando mi viejo compró la casa, en el estanque había seis balazos, habían tenido ahí personas secuestradas, posiblemente en la dictadura. Se la había vendido así y después la refaccionó toda. En el barrio había un cartel de Mapuches, dos canchas de tenis y una de fútbol. Mi familia era de clase media, de La Paternal y había comprado un terreno muy barato. No estaban ni loteados”.

En uno de los partidos que jugó con el equipo de ese barrio fue visto por Mario Zanabria, quien lo llevó en 1984 a octava. “En el primer entrenamiento nos llevan a La Olla a correr. Era como un circuito, corrías por arriba y había después bajadas y subidas. Me acalambré y cuando llegué a casa dije ‘no voy mas’. A los días me llamaron para que vaya a entrenar solo los jueves a hacer fútbol”.

Pero su presencia en el vestuario no fue bien recibida por sus nuevos compañeros: “Me miraban de otra manera, lo sentía. Me lo fui ganando en los pocos entrenamientos de arranque porque hay respeto hacia el que juega bien al fútbol. Sufrí una especie de discriminación que duró dos semanas, después mi viejo estaba haciéndoles asado a toda la división”.

Incluso, recordó que le robaron el bolso en su primer día. Allí guardaba la ropa de tenis y las zapatillas. Pero, pronto e ganó la confianza del resto del equipo y en su primer año, en octava, fue goleador argentino con 23 tantos en la catgeoría.

Debut, gol y de nuevo a reserva

Diego Latorre debutó en Boca Juniors en octubre de 1987, tras un ascenso meteórico de octava a primera en tres años. Fue en un partido ante Platense en cancha de Vélez que lo tomó por sorpresa: “Mis viejos no fueron a verme porque se decidió prácticamente en el vestuario que yo fuera al banco”.

Fue el Toto Lorenzo el que lo hizo saltar al campo de juego: “Me temblaban las piernas cuando me dijo ‘Nene, calentá’. Estoy seguro que me decía ‘nene’ porque no sabía cuál era mi apellido“.

Pese a los nervios, su debut fue soñado: “Íbamos perdiendo, creo que 1 o 2 a 0 y la primera que toco hago un gol”.

Pese a su auspicioso debut, Latorre volvió a bajar a reserva por decisión del cuerpo técnico y tardó en volver al primer equipo: “Creo que el Toto Lorenzo no me quiso quemar. En ese momento había mucha impaciencia e histeria en la cancha y a los jugadores la situación se los comía. Boca no ganaba, perdía contra cualquiera y estaba en una crisis económica terrible”.

“Boca es un cabaret”

Latorre quedó marcado para siempre en la historia del fútbol argentino por la vez que comparó el vestuario del Xeneize con un cabaret después de un conflicto en el plantel que derivó en filtraciones. Fue en abril de 1998, cuando él era uno de los referentes de un equipo plagado de figuras como Oscar Córdoba, Claudio Caniggia y Néstor Fabbri, y promesas como Juan Román Riquelme y Martín Palermo.

“Puse la radio y había un periodista que estaba contando exactamente todo lo que habíamos hablado en una reunión los referentes, una reunión tensa en la que los jugadores se dicen cosas. Ahí me enoje mucho. No iba a hablar, pero cuando estaba yendo con el auto y me para Quique Felman, con quien yo tenía buena relación, me hizo una pregunta y lo dije. Pero quise decir conventillo y dije cabaret. Al otro día, imaginate… Yo no sabia la revolución que iba a causar”, recordó.

“Después de eso, me tuve que ir, pero ya se había terminado para mi ese ciclo. Tuve rendimiento decente pero tenía la oportunidad de ir a Racing”, comentó por su decisión de emigrar a la Academia.

Al poco tiempo le tocó medirse ante Boca: “Taparme la nariz fue un error, fue una emoción violenta. Me sentí dolido en ese momento porque en la cancha de Racing me habían puteado de todos los colores. Pero yo no tenía que reaccionar”.

Mirá la entrevista completa a Latorre en Clank!

Clank!, el ciclo de entrevistas de Juan Pablo Varsky

El reconocido periodista, miembro de la familia de Playmaker y Futbol Sites, está al frente de un nuevo ciclo de entrevistas con diferentes personalidades del deporte con un estilo bien propio.

Cada martes, Clank! presentará un nuevo entrevistado, que mano a mano con Varsky contará anécdotas, experiencias y curiosidades.