Camargo, volante de Universidad de Concepción, aprovechó un mal rechazo del portero Pinto y le enganchó perfecta desde atrás de mitad de cancha. Una fija en los especiales de fin de año.
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Algunos sueñan con tener su casa propia, otros se desvelan por una pareja ideal; pero los futboleros tenemos ilusiones mucho más terrenales. Y no hablamos de ganar una Champions o una Copa del Mundo, nada de eso.
Nada nos haría más felices que poder impactar de esa forma una pelota. No tiene que ser desde tan lejos, ni siquiera hace falta que sea gol: nos conformamos con que vaya más o menos para donde apuntamos.
Pero lo de Alejandro Camargo, mediocampista mendocino de 27 años, superó cualquier tipo de expectativas. Porque no solo fue un golazo espectacular, sino que sirvió para que su equipo le empate en dos a O’Higgins, cuando ya se terminaban los 5 minutos de adición.
Bien hecho, amigo.
