Golden State Warriors es absolutamente reconocido por estos tiempos como uno de los mejores del momento, porque está transitando su época dorada donde ha marcado historia con tres anillos en cuatro años. Antes del título de la NBA del 2015, hay que remontarse hasta 1975 para encontrar el anterior. Es decir, 40 años de muchas decepciones.
Draymond Green llegó a los Warriors en el 2012, en un momento en el que la franquicia no clasificaba a los playoffs de la NBA hacía cinco años. Es por eso que, según reveló recientemente en diálogo con NBC, confesó cómo se sentía cuando llegó por primera vez a los entrenamientos después de haber sido drafteado en la posición número 35.
“Así que cuando me bajé del avión, estaba entrando como estoy aquí para conseguir un lugar. Estoy aquí para ayudar a este equipo a ganar, 'porque fueron unos malditos perdedores. Nunca había perdido en mi vida. Así que entré hablando m** con todo el mundo. Entré tratando de conseguir tantos minutos como me fuera posible”, contó Green, siendo totalmente sincero respecto a aquellos Warriors.
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Draymond Green siempre ha sido el hombre duro de Golden State Warriors, enfrentándose no solamente a los jugadores rivales más fuerte de la NBA, sino también a los árbitros. Su mentalidad, siempre fue la misma: "Quería entrar y tratar de cambiar la mentalidad de esta organización que se había estado rompiendo la cabeza durante años", opinó.
Draymond Green tuvo el apoyo de Golden State Warriors:
De igual manera, nada podría haber sido posible para Green si no fuera por su antiguo entrenador en Golden State Warriors, quien le recomendó que sea en la NBA como era en el baloncesto universitario: "Mark Jackson que me dijo desde el principio, 'Escucha, quiero que vengas aquí como el mismo Draymond que he estado viendo en la televisión durante años. Quiero que seas un animal, un perro y un líder; quiero que vengas y seas el mismo líder que has sido toda tu vida’”, culminó.