Llegaron de la mano. Juan Román Riquelme y un notable proyecto futbolístico en donde la prioridad la tendrán las inferiores de Boca para que, en el futuro, el club pueda conformar un plantel profesional por jugadores nacidos en Brandsen 805.
Así fue como llegaron Exequiel Zeballos, Alan Varela, Luca Langoni y Brandon Cortés, que son los juveniles con mayor proyección con vistas al futuro, y los que hinchas de Boca piden a gritos para ver en cada partido del elenco dirigido por Hugo Ibarra.
Si bien hubo algunas renovaciones contractuales, también se establecieron diferentes cláusulas de rescisión para evitar que los grandes clubes del mundo, y con una buena billetera, puedan llevarse a las joyas preciadas que tiene la institución. Y así es como sucedió con el mediocampista central, Mauricio Benítez.
Benítez, de tan solo 18 años, fue convocado para que sea el reemplazante de Esteban Rolón en el choque ante Colón de Santa Fe, y cumplió un hito: se transformó en el segundo jugador categoría 2004 en integrar la nómina de Primera División. Anteriormente había sido Valentín Barco.
A pesar de que siempre se destacó como mediocampista ofensivo, desde que subió a Quinta División lo retrasaron unos metros y se transformó en un ‘5’. Y como en Boca saben muy bien que el futuro de Benítez es prometedor, en el contrato que firmó hasta diciembre de 2026, le establecieron una cláusula de rescisión por un total de 20 millones de dólares.