Mucho se habló después de la victoria de Boca sobre River por la decisión que tomó Marcos Rojo al encabezar la fila con la que el plantel de Hugo Ibarra saltó al campo de juego y no esperó a los árbitros ni a su histórico rival.

El capitán de Boca comenzó a ver el recibimiento por parte de los hinchas y, junto a sus compañeros, comenzaron a correr hacia el centro del campo de juego para saludar a los presentes, tal como se realizaba hasta hace algunos años, donde ambos equipos salían por separados.

Al rededor de Brandsen 805 se comenzó plantear la teoría de que Rojo estaba tan metido en el encuentro que, al tomar la decisión, “ganó el partido desde el vestuario”. Sin embargo, a dos días de la victoria boquense, llegó la explicación por parte del ex zaguero de la Selección Argentina, que formó parte de las citas mundialistas en Brasil y Rusia.

“La emoción y la ansiedad por jugar el partido, en el vestuario estábamos todos muy eufóricos. Todos gritaban, hacía tiempo que no estábamos así, creo que eran las ganas. Yo salgo del túnel y no vi el arquito ese y me mandé”, confesó en medio de la conferencia de prensa que diagramó el Xeneize en la previa al choque ante Lanús. Y, entre risas, añadió:“Hice todo mal”.