Nadie se esperaba un final como el de ayer en Gimnasia-Boca. Ni 10 minutos llegaron a cumplirse del partido para que los incidentes se hicieran protagonistas en el Bosque. El gas lacrimógeno y los balazos que se escuchaban por lo que sucedía afuera escribieron otra página oscura en los libros del fútbol argentino.
La desesperación transformó todo en un ‘sálvese quien pueda’. La imagen de los hinchas trepados al alambrado intentando invadir el campo de juego para escapar del gas fue de las más fuertes de la jornada. En el medio de todo eso, Marcos Rojo tuvo un muy buen gesto junto con otros jugadores.
El capitán de Boca estaba en el campo de juego pese a no estar convocado. El ex-Estudiantes, al ver la situación que atravesaba la parcialidad local, detuvo su marcha al vestuario y se encargó de pasarles varias botellas de agua por arriba del alambrado.
+ Qué pasará con el Gimnasia-Boca
La posibilidad de jugarlo este mismo jueves a las 11 quedó descartada rápidamente. El reglamento obliga a que el juego se dispute antes de la última fecha del campeonato y la agenda de Boca está apretadísima. La opción que pica en punta es que se juegue el miércoles 19 de octubre y se postergue la semifinal de la Copa Argentina entre el Xeneize y Patronato, originalmente pautada para esa fecha.
