En Arroyito, Boca sacó su as bajo la manga para abrir el marcador ante Rosario Central: la pelota parada. En una avivada de Leandro Paredes, el Xeneize jugó rápido un tiro libre y se adelantó 1-0 gracias a un cabezazo de Rodrigo Battaglia, en el primer remate del Xeneize en el partido.

A los 20 minutos del primer tiempo, cuando primaban las interrupciones y el juego era poco, Paredes se hizo cargo de un tiro libre, y, con un Central concentrado en la toma de marcas, jugó rápido con Brian Aguirre. El extremo aprovechó la situación, realizó un rodeo dentro del área y envió un punzante centro que tuvo como destino la cabeza de Battaglia, que apareció solo sobre el punto de penal.

Aunque lo más llamativo de su gol es la consecuencia que tiene a nivel estadístico: el volante, que ya había convertido frente a Aldosivi en Mar del Plata, alcanzó su cuarto gol con la camiseta de Boca y, junto a Lautaro Di Lollo, se convirtió en el máximo anotador de Boca en lo que va del Torneo Clausura, con dos festejos. Un dato que refleja la eficacia del juego aéreo en la era de Miguel Ángel Russo.

Sin embargo, la alegría duró poco en Boca. Apenas cuatro minutos más tarde, el encuentro se puso 1-1 gracias a una nueva pincelada para el recuerdo de Ángel Di María con un golazo olímpico. Sí, a los 24′, el Fideo ejecutó un córner desde el costado izquierdo y la pelota se clavó en el segundo palo de Leandro Brey, quien se adelantó varios pasos antes de la ejecución y quedó lejos en su intento de desviar el remate.