Matías Galarza fue uno de los tantos futbolistas que Boca buscó en el último mercado de pases, y por el que realizó diversas ofertas formales para sacarlo de Genk. Si bien los belgas rechazaron las propuestas, terminó aceptando la que llegó desde Córdoba para que pasara a Talleres.

Después de transformarse en uno de los grandes protagonistas de las novelas invernales, Galarza tuvo la chance de enfrentarse a la institución que lo deseó, y hasta se dio el lujo de convertirle un gol en la tanda de penales, donde los dirigidos por Diego Martínez terminaron imponiéndose por 8-7 y así metiéndose en los cuartos de final.

Al momento de anotar su remate, el cual dejó sin chance alguna a Leandro Brey, el ex Argentinos Juniors sorprendió a todos con un gesto: se besó la camiseta de la T. Lo llamativo de su reacción fue por el hecho de que no es un futbolista que se haya formado en el club cordobés, como así tampoco confesó ser hincha. De hecho, en más de una ocasión se lo pudo observar alentando al Xeneize, y hasta en sus redes sociales se lo vio con la camiseta azul y oro.

Si bien Galarza no se expresó al respecto, que haya besado la camiseta de Talleres tendría un significado muy claro: que Andrés Fassi y compañía hicieron lo posible para que retornara al fútbol argentino, aunque hizo hasta lo imposible para sumarse al club de La Ribera, como por ejemplo el abandonar la pretemporada con Genk.

Matías Galarza celebró su penal ante Boca.

La postura de Boca con Matías Galarza

El periodista Augusto César reveló que desde que Genk rechazó la última oferta del Xeneize no volvió a haber contacto entre los clubes. Además, la llegada de jugadores como Ignacio Miramón y Agustín Martegani cerraron las puertas a más incorporaciones en el medio.

Los números de Matías Galarza en Genk

El volante de 22 años afrontó dos temporadas en el equipo europeo en dónde disputó un total de 56 encuentros y marcó un gol.

El mensaje de Matías Galarza en medio de las negociaciones

Mientras se resolvía su futuro, Matías Galarza se manifestó en sus redes sociales. A través de una historia de Instagram, el volante de 22 años reposteó una publicación que contenía un mensaje claro y conciso: “No sé como terminará mi historia, pero en mis páginas nunca leerás que me rendí“. El futbolista estuvo presente en La Bombonera en el último partido de Boca de local antes del receso por la Copa América, ante Vélez por la Liga Profesional, donde también se comprobó que sus intenciones eran recalar como refuerzo en el club de La Ribera.