Este miércoles, por una nueva fecha de la presente temporada de la Serie A de Italia, el estadio Marcantonio Bentegodi albergó un duelo de realidades muy diferentes entre un equipo que pelea por no descender y otro que quiere ser campeón de Champions League.

Se trata del compromiso que puso frente a frente a Hellas Verona e Inter de Milán. Los anfitriones llegaron con al soga al cuello y sin margen de error, mientras que los de Simone Inzaghi quieren meterse en la próxima edición de la Orejona.

Así las cosas, y, tal como se imaginaba en la previa y como indicaban todos los pronósticos, Inter se hizo con la posesión de la pelota y con el protagonismo del partido, exponiendo los mejores argumentos para abrir el marcador.

En ese contexto, la primera emoción fuerte de la noche italiana llegó cuando transcurrían jugados 31 minutos del primer tiempo. Allí apareció en escena Adolfo Gaich, atacante argentino que se encargó de batir a su propio portero.

Al cabo de un centro, el exjugador de San Lorenzo de Almagro se lanzó en palomita con el objetivo de despejar el esférico y esfumar el peligro. Sin embargo, el Tanque la puso junto a un palo y decretó el 1-0 de la formación visitante.