Boca Juniors y River Plate se enfrentan, en general, al menos dos veces al año, una por la Liga Profesional y otra por la Copa de la Liga. Pero hay un Superclásico que no está en ningún fixture y es el que disputan en cada mercado de pases.
Es que muchas veces los dos clubes más convocantes del país han tenido sobre la mesa el mismo nombre de un futbolista que interesa para reforzar sus planteles. Y es en ese momento cuando se inicia un nuevo match sin sede, árbitros ni TV que se define cuando el jugador da el sí para uno de los dos lados.
Desde que la gestión de Juan Román Riquelme, como encargado de fútbol en el período de Jorge Amor Ameal, y ahora como presidente se han jugado seis de estos “Superclásicos” y River, con un cambio de dirigencia en el medio, viene arriba en el historial. Curiosamente, las dos primeras fueron victorias del Xeneize, pero luego hubo cuatro “goles” seguidos del Millonario.
Boca se puso en ventaja
En el primer mercado de pases de Juan Román Riquelme como encargado del fútbol de Boca, en 2019, el 10 le ganó la primera pulseada a River. El nombre que ambas dirigencias buscaban era el de Juan Ramírez.
El jugador de San Lorenzo, que había sido compañero de Román en Argentinos Juniors, interesaba a Marcelo Gallardo e incluso había habido algún contacto entre ambas dirigencias. Pero, el dirigente del Xeneize no estaba dispuesto a perder en su debut y por eso ofertó cerca de 2,2 millones de dólares.
Esa cifra fue demasiado para el Millonario que optó por dar un paso al costado y dejar que el volante ofensivo se fuera hacia la Ribera. 1-0.
El primer golpe de mercado de Boca en la gestión Riquelme llegó en 2021, cuando anunció la contratación de Marcos Rojo. El ex futbolista de la Selección Argentina y de Manchester United aterrizó en el Xeneize para convertirse en el caudillo de vestuario a pedido del ídolo.
“Venía hablando con Román hace tiempo, hubo llamados y el contacto siempre estuvo. Supe del esfuerzo, fue un trabajo largo, pero se pudo firmar”, declaró el zaguero en su presentación, confirmando algo que ya se había filtrado: Riquelme se había puesto al hombro las negociaciones.
Es que el por entonces vicepresidente de Boca había hablado varias veces con Rojo y así se había anticipado a River Plate. Cabe recordar que hasta el mismo Marcelo Gallardo, mediante Enzo Pérez, había intentado convencer a Rojo de sumarse al conjunto de Núñez en ese mercado de pases. Pero el peso de Román pudo más. 2-0.
Gallardo presiona y River descontó
Marcelo Gallardo fue mucho más que un técnico en River Plate porque su funciones excedían la de manejo de grupo y responsable táctico del primer equipo. Uno de sus roles estaba justamente vinculado a la incorporación de refuerzos y con la mirada puesta en ganar la Copa Libertadores 2022, el Muñeco intervino.
Rodrigo Aliendro era el jugador más buscado de ese mercado de pases porque tras haber sido figura en Colón quedaba libre y se lo disputaban Independiente, Boca y River. El DT del Millonario entendía que no podía perder la oportunidad de contratarlo y por eso habló directamente con el jugador.
En el medio, había un obstáculo: Daniel Bolotnicoff. El histórico representante de Riquelme era justamente el agente del ex volante de Chacarita Juniors.
Aliendro tenía dos caminos, decirle sí al DT de River que lo había llamado o darle el ok al Consejo de Fútbol por la presión que ejercía su representante. Optó por la primera, no sin antes pelearse con su agente y terminar su vínculo para unirse al Millonario. 1-2.
Se va Gallardo de River y Riquelme presidente de Boca
Con la llegada de Martín Demichelis al banco del Monumental y la asunción de Riquelme como mandamás absoluto en Boca, el mercado de pases se puso más áspero entre las dos instituciones.
El primer nombre que hizo chocar los mundos en esta nueva etapa fue el de Facundo Colidio. El juvenil surgido de Boca era figura en Tigre y debía volver a Inter de Milán.
Román, apostando a sus contactos, habló directamente con su ex compañero de Selección Argentina Javier Zanetti, vicepresidente del club italiano. Pero, fue tarde.
Para ese entonces el propio Demichelis, en un rol protagónico total, ya había hablado con el delantero para convencerlo de ponerse la camiseta de la banda y ser pieza clave en su equipo. Fue ese poder de convencimiento del DT el que inclinó la balanza y Colidio olvidó su pasado y firmó con River. 2-2.
El desempate en el marcador llegó en este mercado de pases. Las urgencias sonaron en ambos bandos: Boca necesitado de volver a ganar títulos y de sobrevivir en la Copa Sudamericana; River con un clima de quiebre entre la relación de parte del público con Demichelis y la presión de que la final de la Copa Libertadores 2024 se juega en el Monumental.
El primer nombre en común fue el del paraguayo Ádam Bareiro. Esta vez, Riquelme no perdió tiempo y llamó directamente a Néstor Ortigoza, amigo suyo y encargado del fútbol en San Lorenzo. La respuesta fue contundente porque desde el Ciclón le dijeron que el goleador no se vendía al fútbol argentino.
De todos modos, Boca hizo una oferta que incluía algo de dinero y el porcentaje de algunos jugadores, pero la dirigencia del cuadro de Boedo la declinó sin demasiado preámbulo. Román no insistió más y confió en lo que le habían dicho: “Al fútbol argentino, no se vende”.
Pero, apareció River. Jorge Brito y Matías Patanian llevaron adelante unas negociaciones exhaustivas y en varias ocasiones se encontraron con negativas que parecían tirar todo por la borda. Pero, la necesitad de conseguirle un competidor a Miguel Borja y la presión del propio jugador de llegar a un club como el Millonario, pudieron más.
Después de que al menos en dos ocasiones San Lorenzo rechazara ofertas que informalmente había aceptado, River pudo llegar a un acuerdo y compró al goleador de 27 años por 2,5 millones de dólares más una serie de bonus. 3-2.
El último apellido en común fue el de Valentín Gómez. El joven zaguero de Vélez había sido sondeado por ambos clubes. Los dos presentaron ofertas (la de River con más dinero y mayor porcentaje; la de Boca más baja por menos porcentaje) y el Fortín le cerró la puerta a ambos.
Pero allí la dirigencia del Millonario aprovechó sus contactos con el City Group, después de la venta de Claudio Echeverri, y con un par de llamados resolvió conseguir al defensor en condición de préstamo hasta junio de 2026. 4-2.